Las cuentas suizas del rey emérito siguen levantando polvareda y arrastrando a todos aquellos que se encontraban alrededor. La lista de investigados se amplía para acoger a Yves Mirabaud, presidente del banco Mirabaud & Cie, donde se ingresó la  donación de 65 millones de euros provenientes de Arabia Saudí a una cuenta de la que era beneficiario Juan Carlos I. Según informa El País, el fiscal suizo que investiga las cuentas vinculadas al antiguo jefe de Estado español ha puesto a Mirabaud bajo sospecha por incumplir su deber de informar de este ingreso sospechoso en la cuenta del emérito al Money Laundering Reporting Office Switzerland (MROS), el organismo suizo para combatir el blanqueo de capital.

Desde el principio de la investigación el fiscal comunicó a los responsables del banco que Mirabaud & Cie, como entidad jurídica, comparecería en calidad de investigado por un presunto delito agravado de blanqueo de capital. Ahora, la investigación se diversifica sobre los antiguos hombres fuertes del banco que, según sospecha la Fiscalía, podrían haber mirado hacia otro lado ante las operaciones sospechosas del rey emérito.

De testigo a investigado

Mirabaud ha acabado en la lista de investigados después de que la Fiscalía volviese a tomar declaración a los principales actores implicados en el caso. El presidente del banco había prestado declaración sobre el caso, pero ahora pasa a estar bajo la lupa del fiscal suizo. De las declaraciones de Mirabaud se deducía que ni el departamento de cumplimiento de la entidad, que vela por la reputación de la institución, ni el departamento jurídico, conocían que detrás de la cuenta de una sociedad panameña se escondía Juan Carlos I.

Según declaró el mismo Mirabaud ante el fiscal, solo los miembros del Consejo de Asociados de la entidad conocían que el beneficiario final de la cuenta era Juan Carlos I. "La única razón por la cual se decide mantener la confidencialidad en el seno del banco del nombre de aquel beneficiario era la siguiente: se trataba de evitar una dispersión demasiado amplia entre los empleados con la intención de mantener la discreción", aseguró el banquero, según recoge El País.

En otras palabras, había personas de la entidad bancaria que sí que sabían que el rey emérito se encontraba detrás de una cuenta que recibía transacciones sospechosas. Ante eso el fiscal preguntó si alguien del Consejo puso en duda la legalidad de la donación de Arabia Saudí, a lo que Mirabaud se limitó a responder: "No recuerdo que hayamos pedido información a los asesores jurídicos para saber si su condición de rey de España le permitía recibir estos fondos".

La sorprendente "falta de interés" del presidente, quien presidió el comité antiblanqueo del banco entre el 2003 y el 2013, para averiguar la legalidad de la cuenta vinculada a Juan Carlos I sigue la tónica general de la entidad financiera. El fiscal ha podido acreditar que nadie del banco exigió que se declarara a la Hacienda española los 65 millones de euros.

Padre e hijo

La cuenta en disputa en esta investigación pertenecía a la sociedad panameña Lucum. Detrás de la pantalla de esta sociedad el principal beneficiario era Juan Carlos I y el segundo era Felipe VI. Desde la Casa Real se aseguró de que el actual jefe del Estado desconocía su presencia en los estatutos de esta sociedad, según recoge El País.

 

Imagen principal: El rey emérito Juan Carlos I en un acto el año 2014 / ACN