"Dos años y medio en política son muchos y se pueden tomar decisiones. Siempre hay tiempo para reaccionar", esta es la valoración del president Artur Mas ante el último barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), en el que se pronosticaba un empate a escaños entre Junts per Catalunya y Aliança Catalana a 19-20 diputados. El exlíder de CIU, que envía un mensaje a la dirección de Junts per Catalunya, recuerda que cuando se presentó como presidenciable por primera vez, en el año 2003, las encuestas le daban 10 puntos por debajo un año antes. "Quedamos primeros un año después", recuerda Artur Mas en una entrevista en el Cafè d'Idees de la 2Cat, donde también ha subrayado que a estas alturas se siente más cómodo con el papel de expresident que de afiliado a Junts.
El president, eso sí, remarca que no cree en los cordones sanitarios contra los partidos de extrema derecha y extrema izquierda, haciendo referencia a Vox, Aliança Catalana, la CUP y Podemos, sin mencionarlos. "Consiguen la victimización. Quizás no llegan al gobierno, hasta que llegan con más fuerza", analiza Mas, que apuesta por la "confrontación ideológica y de ideas" para minimizar este tipo de partidos. "Se tiene que confrontar con argumentos las tesis de estos partidos, pero tienes que hablar con ellos para confrontar", ha dicho Mas, que tampoco es partidario de poner "líneas rojas", sino de "hablar de líneas verdes". "En política, se tiene que hablar más de las cosas con las que estamos de acuerdo", defiende.
"No hay sitio para todos en un país como Catalunya"
Pero también asegura que su espacio político ya decía hace 20 años que "no cabe todo el mundo en un país como Catalunya" y recuerda cómo ya propuso el carnet por puntos que ahora ha puesto sobre la mesa el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, con el objetivo de "incentivar" la integración de la inmigración. "Somos un país de acogida, pero no puede haber un descontrol con la llegada de personas. No es incompatible decir las dos cosas", defiende Mas, que considera que se dejó de decir porque "quedaba mal". "A medida que dejas este discurso vacío hay gente que lo llena", reflexiona el president.
Mas, que dice que ha evitado "aconsejar" a Junts en público, define el actual momento político de "desconcierto y de volatilidad". "La ciudadanía tiene la sensación de que el sistema tiene fallas importantes y que los partidos tradicionales no dan respuesta", dice Mas, poniendo de ejemplo la presidencia de Donald Trump. Mas cree que hay fallas en el ámbito económico, en el ámbito salarial, en la gente joven o en la inseguridad en determinados barrios, relacionándolo con la multirreincidencia. Ahora bien, el president también cree que tampoco se valora lo que se ha hecho durante los últimos 40 años. "Quizás se percibe que ya tenemos unos derechos adquiridos cuando realmente son conquistados", analiza.
Ante este escenario, el president también opina sobre el papel de Junts en la oposición, donde opina que se debe encontrar un "equilibrio" entre señalar lo que el gobierno no hace bien y los temas centrales del país que, dice, hay que pactar. "El ejemplo, en mi caso, es el Estatut o la ley de educación", afirma el president, que pone sobre la mesa consensos de país que podría haber a estas alturas: inmigración, concierto económico, vivienda o fiscalidad. "Son pactos que darían confianza a la ciudadanía", explica.
Relaciones PSOE-Junts
En cuanto a la ruptura de las relaciones bilaterales entre el PSOE y Junts per Catalunya, el president asegura que "es lógico" que los de Carles Puigdemont pidan el cumplimiento de los acuerdos. "Cuando empieza la legislatura se hacen unos acuerdos y dos años y medio después se puede hacer balance. Si la posición de Junts es que no se ha cumplido nada, quiere decir que no le puede votar el techo de gasto", cree el president, poniendo de ejemplo la oficialidad del catalán en la UE, la delegación de las competencias en inmigración, el traspaso de Rodalies -con ERC- o la condonación de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). Ahora bien, el president también sería partidario de volver a sentarse a la mesa si el PSOE "cumple".