Marta Pascal, coordinadora general del PDeCAT hasta julio de 2018, se ha desmarcado claramente de su partido, hasta el punto de llegar a afirmar que se plantea la posibilidad de crear una nueva formación política, argumentando que hay "mucha gente que se siente huérfana". En una entrevista a La Vanguardia ha explicado que el motivo principal de su distanciamiento es lo que considera la "subordinación" del PDeCAT al president Carles Puigdemont. "Catalunya no se puede dirigir desde Waterloo", ha explicado.

Pascal ha afirmado que se considera independentista, pero ha afirmado que no se puede trabajar "desde la emotividad desbordada y la antipolítica". Ella apuesta por "el aprovechamiento del autogobierno", y cree que hace falta pensar a largo plazo y trabajar "con paciencia", para "la única solución posible en Catalunya: un referéndum acordado".

Pascal ha aprovechado esta entrevista para revelar las diferencias que le han separado de Carles Puigdemont en los últimos tiempos. Ha afirmado que el presidente exiliado no habría querido que su partido votara a favor de la moción de censura en Rajoy, pero que desde el PDeCAT consiguieron imponerse a su criterio. Lo que no consiguieron con la negociación de los presupuestos con el PSOE y Podemos, porque Pascal y los suyos ya habían perdido el control del partido.

Pascal también ha afirmado que ella defendió la necesidad de convocar elecciones tras el 1 de octubre para evitar el 155. Se muestra indignada porque "hicimos demasiadas concesiones a la CUP" (y cita como ejemplo la renuncia de Mas). En cambio Pascal reconoce la colaboración estrecha y satisfactoria que tuvo con Pablo Iglesias en el Congreso.