Ante la petición de las defensas de los presos políticos para que el president Carles Puigdemont comparezca como testigo en el juicio del 1-O, el ministro del Interior ha sido claro y tajante: sería detenido. Fernando Grande-Marlaska ha recordado que el dirigente independentista sería arrestado en virtud de la orden nacional de detención, todavía hoy en vigor.

"Es muy fácil de responder", ha dicho el ministro este martes en un acto en Madrid, preguntado por los periodistas sobre la petición de las defensas. Y ha argumentado su respuesta: "Para este Ministerio del Interior, la Policía y la Guardia Civil, hay una orden nacional de detención de esta persona. Usted puede sacar la conclusión".

Los abogados de la defensa de Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sànchez están acabando los escritos de defensa que se presentarán hoy en el Tribunal Supremo. Con ellos presentarán también la petición de los testigos que quieren citar en el juicio y, según han confirmado a El Nacional fuentes de la defensa, incluyen al rey Felipe VI y Carles Puigdemont.

En caso de que el tribunal presidido por Manuel Marchena acepte las declaraciones, estas podrán ser presenciales o por videoconferencia. Normalmente se hace a distancia con autoridades y altos cargos, como sería el caso del Rey.

El caso de Puigdemont, investigado en la causa, es diferente. Si Marchena acepta su declaración podría aceptarla por videoconferencia o bien obligarlo a ir a declarar presencialmente al Tribunal Supremo.