Nuevos movimientos en la partida de ajedrez para la alcaldía de Barcelona. Después de una primera semana de contactos en la que se han podido ver posiciones enrocadas, el alcaldable de ERC, Ernest Maragall, ha dado un nuevo paso y ha convocado a su homólogo del PSC, Jaume Collboni, a un encuentro, según ha adelantado NacióDigital y ha podido confirmar El Nacional. El candidato socialista, sin embargo, ya le ha cerrado la puerta.

Fuentes republicanas explican que la petición de reunión se enmarca "en los encuentros posteriores a las elecciones" y lo separan de una eventual negociación. En este sentido, defienden que la voluntad del encuentro por parte de Maragall "no es otra que la de contrastar el punto en el que se encuentra cada formación después de las elecciones" y aseguran que se trata de un "encuentro de responsabilidad institucional".

Sin embargo, la propuesta del alcaldable republica llega después de una semana en la que ERC y el PSC se han vetado mutuamente, aunque la aím alcaldesa y líder de los comunes, Ada Colau, ha insistido por activa y por pasiva a explorar un gobierno de izquierdas con ambas formaciones.

Collboni se niega

Poco después de recibir la propuesta de reunión, el equipo de campaña de Collboni le ha contestado por carta que sólo iniciarán negociaciones con los Comuns y se han abierto, en todo caso, al diálogo una vez pasada "el pleno de investidura". En el texto, Collboni recuerda que su compromiso es "garantizar una alcaldía progresista" y no "subordinar la ciudad al procés independentista" y, por lo tanto, defiende que sólo negociarán con los Comuns.

En la carta el socialista también da por hecho que habrá un pacto entre ellos y Colau, aunque Maragall ganó las elecciones, y emplaza al republicano a llegar a acuerdos con ellos después de las elecciones.

Concretamente, el texto dice: "pasado el pleno de investidura, el nuevo plenario municipal requerirá diálogo sin exclusiones con todas las fuerzas políticas para abordar grandes acuerdos de ciudad en materia de transporte público, seguridad, vivienda o, entre otros, la deuda social del gobierno de la Generalitat con la ciudad de Barcelona".

Además, la número dos de Collboni, Laia Bonet, ya ha defendido públicamente que "con el PSC sólo hay un gobierno posible: comunes y PSC" y ha instado en Colau a "decidir si quiere ser muleta de ERC o protagonizar un buen gobierno, progresista y pro Barcelona".

Los comunes desconfían de ERC

Horas antes del intercambio de cartas, los comunes habían insistido en que un tripartito de izquierdas era posible y se habían situado en el "centro" entre los dos partidos, sin dejar claro si apostaban por una alcaldía de Ada Colau o de Ernest Maragall.

En declaraciones a la prensa, la concejala Janet Sanz ha mostrado desconfianza con los republicanos, ya que asegura que no se "creen" que hayan renunciado a pactar con JxCat, y ha evitado hablar de ningún escenario que no fuera un gobierno tripartito.

Aunque ya ha pasado una semana desde las elecciones municipales, los comunes evitan anticipar cuáles serán los próximos pasos de no prosperar su propuesta imposible. Colau, que de presentarse a una investidura contaría con los votos del PSC y de Manuel Valls, suficientes para proclamarse alcaldesa, sigue sin aclarar su posición.

El escenario postelectoral en Barcelona continúa, pues, totalmente abierto a 12 días para el pleno de investidura.