Ha sido una tarde productiva en la cárcel de Soto del Real. Con la vista puesta en el Ayuntamiento de Barcelona, este viernes han mantenido un encuentro a tres entre Joaquim Forn y Elsa Artadi, por la parte de JxCat, y el alcaldable Ernest Maragall por la parte de ERC. Los tres han coincidido en la necesidad de que el republicano sea el próximo alcalde de la capital catalana y han instado Ada Colau a "no prestarse a la operación de Estado" de Manuel Valls para hacerla alcaldesa. "Está destinada al fracaso", ha advertido Maragall.

La primera en salir del centro penitenciario ha sido Elsa Artadi, que ha empezado dejando claro que Ernest Maragall es la lista más votada, tiene que liderar la formación de gobierno, y que "desean que sea el próximo alcalde de la ciudad de Barcelona". Ha considerado "normal" que Maragall hable con otras fuerzas como es el caso de Barcelona en Comú.

A pesar de todo, ha advertido sobre la operación Valls que "mantener a Ada Colau como alcaldesa sería una mala noticia". Ha advertido que se trata de una "operación de Estado", y ha constatado la "sorpresa por que la señora Colau se esté prestando a hacer el juego". Le ha advertido que, cuatro años atrás, lo habría denunciado con Xavier Trias.

"La situación se ha clarificado", ha defendido Ernest Maragall desde los exteriores del centro penitenciario, después de reunirse con Forn y Artadi. El candidato de ERC ha agradecido el "apoyo firme" que ha recibido de JxCat para liderar las conversaciones, y ha anunciado el inicio de un diálogo "efectivo e inmediato" con los comunes, a quién ha descrito como socio preferente y prioritario. "Un gobierno compuesto como mínimo por 20 concejales tiene toda la legitimidad", ha defendido el dirigente republicano.

A pesar de todo, Maragall ha querido reiterar el aviso a Colau: no abrirá conversaciones con el PSC, como desean los comunes, para la investidura y la formación de gobierno. "En ningún caso podemos incluir al grupo socialista", ha asegurado el alcaldable, que ha remarcado que "hay una clara situación de incompatibilidad del concepto progresista".

Sobre la operación Valls para reinvestir a Ada Colau, el dirigente republicano ha defendido que es "una operación destinada al fracaso", y también le ha pedido que no se preste. Lo ha descrito como "acoso y derribo" contra ERC.