Entre los años 2003 y 2009, Manuela Carmena fue miembro del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias, el organismo que hace medio año exigió la excarcelación de los presos independentistas y fijó un plazo de seis meses para liberarles que el Estado español ha incumplido. Este viernes, la exalcaldesa de Madrid ha comparecido ante la Comisión de Estudio sobre los Derechos Civiles y Políticos del Parlament de Catalunya para hablar de este informe, pero también para exponer su punto de vista sobre cómo considera que hay que abordar el conflicto para resolver la situación. Ha sido clara: diálogo y mediación.

Durante su intervención, Carmena ha recordado como durante su etapa como alcaldesa de Madrid, cedió una sala del Ayuntamiento para que Puigdemont pudiera pronunciar una conferencia, en la cual defendió el referéndum. Sobre aquel día, ha reproducido las palabras que compartió con el expresident y el exvicepresident Junqueras. A ambos, ha dicho, les trasladó que consideraba "un error impresionante la convocatoria de un referéndum ilegal". Una idea que ha vuelto a defender. De hecho, ha comparado las reivindicaciones del independentismo catalán con su etapa como "activista contra Franco", durante la cual, ha confesado "también tuvimos la tentación de emprender caminos cortos, pero no lo hicimos, fuimos por los largos y seguros". Al mismo tiempo ha añadido que "no se puede acortar el camino". Es decir, que "una parte de un país no se puede separar de la otra, antes habría que modificar la Constitución".

En cualquier caso, y como ya ha hecho en otras ocasiones, Carmena ha reivindicado el ejercicio del diálogo como única vía posible para llegar a una solución. Y es en este punto que ha subrayado que "sería interesante que hubiera un mediador, más que no un relator".

Consecuencias penales sí, pero sedición es desmesurada

Interrogada por los diversos grupos por su opinión -acreditada- sobre la sentencia, Carmena se ha expresado con claridad y contundencia. Lo que pasó el 1-O, ha dicho, "no es un movimiento de activistas, sino instado por el gobierno catalán para conseguir con una presión fuertísima la separación del resto del Estado". Y eso, ha afirmado, "objetivamente no son actos de expresión".

Desde su punto de vista, aunque el referéndum no fuera delito -porque no lo recoge el Código Penal-, "sí que es ilegal". Y como "no son actos legítimos", ha dicho, "tiene que haber consecuencias", porque "no nos podemos saltar la Constitución". En relación al debate entre juristas sobre si las penas impuestas son excesivas, Carmena ha apuntado que "la sedición es desproporcionada, porque tiene una pena desmesurada". Con todo, ha puesto de manifiesto que "la desobediencia estaba demasiado aislada".

Como conclusión ha advertido que "cuando el derecho juzga una cosa que no ha pasado nunca es torpe".

Quita valor a la exigencia de excarcelación del grupo de la ONU

Aprovechando su experiencia, primero como relatora y después como presidenta del Grupo de Detenciones Arbitrarias de la ONU, Carmena ha compartido el origen de dicho ente. Ha explicado que nació en 1991 a propuesta de Francia en el marco de la Comisión de Derechos Humanos.

Específicamente sobre el informe que reclamaba la liberación de Cuixart, Sànchez, Junqueras, Forn, Turull, Rull, Romeva y Bassa -todos los presos que se dirigieron a este organismo pidiendo que se posicionara-, ha resaltado que los dictámenes que emite "no son vinculantes". Además, ha puesto el énfasis en el hecho de que, cuando se hizo pública la reclamación de excarcelación fue mientras los presos independentistas estaban en prisión preventiva. En este sentido ha argumentado que una vez hay sentencia firme, los veredictos de este órgano pierden sentido y consistencia y ha recomendado el Estado "pedir una revisión".

VOX y el diálogo dentro de la ley del pregón de Mercè

La última visita pública de Carmena en Barcelona fue el septiembre pasado, cuando actuó como pregonera de la Fiesta Mayor, respondiendo a la invitación de la alcaldesa Colau. Durante su discurso, reivindicó el espíritu de la iniciativa 'Parlem-Hablemos' que nació poco después del 1-O, y reunió miles de personas en varias manifestaciones por toda España con esta consigna. Al movimiento se adhirieron los máximos dirigentes del PSC y los comunes. Siguiendo el mismo hilo, apostó por el diálogo siempre dentro de la ley.

De hecho, fue aquel mismo día, aprovechando la presencia de Carmena, Ernest Maragall, que preside la comisión donde hoy ha comparecido la exalcaldesa, se acercó para pedirle comparecer en el Parlament.

Un par de meses antes, la jueza encendió los ánimos de buena parte del independentismo vinculante la expansión de VOX con el procés, durante una acto al lado de Colau en el cual también dejó claro que no considera que los líderes independentistas sean presos políticos.