Pocos días después de que Ada Colau hiciera público que la encargada de hacer el pregón de la Fiesta Mayor sería, este año, Manuela Carmena, la exalcaldesa de Madrid va exaltó los ánimos de buena parte del independentismo con una afirmación y una negación. La primera, que "VOX es, en parte, consecuencia del 1-O". La segunda, que Junqueras, Sànchez, Cuixart y compañía "no son presos políticos en absoluto". Dos declaraciones que hizo con pocas horas de diferencia desde Barcelona.

Este viernes, coincidiendo casualmente con el segundo aniversario del 20-S, Carmena se ha  dirigido a los barceloneses desde el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona. Entre las habituales proclamas y alabanzas a la ciudad, la pregonera ha reivindicado el espíritu de la iniciativa 'Parlem-Hablemos' que nació cuando en plena pugna entre los gobiernos catalán y español una agencia de publicidad colgó de los ventanales de sus oficinas de Madrid y Barcelona una pancarta blanca con las palabras 'Parlem' y 'Hablemos'. Pocos después del 1-O, miles de personas se manifestaron por toda España bajo esta consigna, un movimiento al cual se adhirieron los máximos dirigentes del PSC y los comunes.

"Cuántos de aquellos gritos habríamos necesitado. Cuántos seguimos necesitando", se ha exclamado Carmena, que ha querido señalar como aquello supuso "un armisticio en la guerra de banderas entre las dos grandes ciudades". Su discurso ha seguido con una invitación a "hablar y escuchar, verbos que describen la esencia de la democracia, la democracia que nos trajo libertad y que no podemos dejar de mimar y cuidar, con respeto a nuestras normas y nuestras reglas". Un matiz, este último, nada menor viniendo de una jueza emérita como ella.

Carmena ha empezado con unas breves palabras en catalán y ha trufado su pregón, de los más cortos de los últimso años, de llamamientos a la hermandad entre Madrid y Barcelona. Lo ha hecho apelando a la complicidad que tanto ella como Colau han recordado que tenían durante el mandato anterior, cuando ambas coincidieron siendo alcaldesas. 

Como reza la tradición, terminados los discursos, la pregonera y la alcaldesa han salido al balcón del Ayuntamiento para dar el pistoletazo de salida a la fiesta. Desde abajo, algunos de los asistentes han gritado "libertad presos políticos". En un edificio colindante han desplegado una estelada. 

Recuerdo a los presos del franquismo

La exalcaldesa de Madrid ha recordado su etapa como vecina de Barcelona, en los años sesenta, cuando ha explicado que conoció a Pura, "una madre coraje" a quien detuvieron un 1 de mayo por luchar por sus derechos. De los presos y exiliados independentistas, ningún comentario.

Antes, Colau le ha dado paso con un discurso de bienvenida cargado de gestos. Aunque la alcaldesa ha empezado afirmando que no hablarían "de actualidad política". Ahora bien, ella sí que ha querido hacer referencia a "la triste ausencia de Quim Forn". Junts per Catalunya ha colocado una fotografía del exconseller y concejal en el asiento que tendría que haber ocupado. Colau también ha recordado que hoy hace dos años del 20-S y que Cuixart y Sànchez siguen en la prisión.

Siguiendo el hilo, ha aprovechado para salir al paso de las últimas polémicas con Pedro Sánchez, eso sí, veladamente. "Sin duda en este Saló de Cent hay mucha diversidad de opiniones sobre qué está pasando pero eso no es malo, la democracia es el diálogo no con los iguales sino con los diversos, no hay verdades absolutas y todo el mundo tiene que ceder, no podemos perder nunca la empatía", ha apuntado la alcaldesa, que ha hecho un "llamamiento a poder sacar el debate de los juzgados y devolverlo a la política".