La propuesta del PSC para reconocer Cataluña como nación y España como un estado plurinacional ha generado un considerable malestar en las entrañas del PSOE. Así lo han expresado varios de sus barones este lunes, quienes han mostrado sus dudas acerca de la propuesta del partido dirigido por Miquel Iceta.

Estas declaraciones se producen en medio de las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, quién necesita como mínimo el apoyo de ERC -si el PP no se abstiene- para ser presidente del Gobierno. Así pues, los barones aprovechan su advertencia al PSC para lanzar también un mensaje a Sánchez sobre 'posibles cesiones' al independentismo.

La dirigente que ha encabezado la ofensiva ha sido la secretaria general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz, quien ha asegurado estará "enfrente" de quien plantee "declararse nación para ser Estado", y ha asegurado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "tiene muy claro" que el marco de convivencia es la Constitución y la unidad de España.

"España tiene una Constitución que permite que cada uno se sienta como quiera", ha afirmado la dirigente socialista, que ha añadido: "nosotros nos sentimos una realidad nacional dentro de nuestro Estatuto de Autonomía. Uno puede sentir como quiera pero no cuestionar el Estado español". Ha advertido de que estará "enfrente" de quien pretendan declararse nación para ser estado, ya que en ese caso "chocaremos", ha recalcado.

La expresidenta de la Junta ha asegurado que los socialistas andaluces están tranquilos porque el presidente del Gobierno "tiene muy claro que todos los diálogos, los acuerdos y el marco de convivencia es la Constitución española, la unidad de España y la defensa de la democracia".

Por su lado, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha referido a la propuesta de los socialistas catalanes asegurando que "está bien la pluralidad" pero ha recordado que "no es ley".

Emiliano García Page PSOE Castella La Manxa Europa PressEuropa Press

En una entrevista con La Sexta, ha reconocido al PSC como "un puente eficaz y útil entre el nacionalismo y el conjunto del país", si bien ha advertido de que el compromiso tiene que ser "la ley", y "hasta que no haya otra ley hecha entre todos, son todo opiniones fundamentadas, pero no son ley". "No podemos perdernos en batallas terminológicas, para mí lo esencial es la igualdad", ha comentado.

Igualmente, García-Page ha avisado de que el PSOE no puede comprometerse con las condiciones planteadas por ERC en caso de querer recabar su apoyo para la investidura de Pedro Sánchez, ya que a su juicio estas peticiones "afectan a todos los españoles" y "traspasan al PSOE". "No podemos comprometernos con cuestiones que van más allá de la función al Gobierno".

Cuando Pedro Sánchez reconocía que Catalunya es una nación

A pesar de estas discrepancis entre el PSC y los barones socialistas, el mismo Pedro Sánchez ha reconocido en varias ocasiones que Catalunya es una nación y también que el Estado español consta de varias naciones. Una de ellas fue en mayo de 2017, cuando Sánchez se presentaba a las primarias del PSOE después de ser apartado de la secretaría general.  "España es una nación de naciones y Cataluña es una nación", dijo.

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Meses después, ya siendo secretario general socialista, explicó su concepto de "nación de naciones" asegurando que además de España, que es una nación "no sólo un Estado", en términos históricos también tendrían esta consideración "al menos" Cataluña, el País Vasco y Galicia.

La historia se repite

Esta no es la primera vez que el PSC y el PSOE chocan por su visión sobre la situación y el estatus de Catalunya. En noviembre de 2012 los socialistas catalanes llegaron a defender el derecho a decidir en su programa electoral. Esto se concretaba en impulsar las reformas necesarias para que se pudiera celebrar un referéndum acordado dentro del marco de la legalidad española.

Tan solo tres meses después, el PSC rompió la disciplina de voto y votó a favor de una propuesta de las antiguas CiU e ICV en el Congreso de los Diputados para impulsar una consulta sobre la independencia en Catalunya.

Tres años después, en 2016, el PSC llegó a plantear incorporar la 'Vía canadiense' en una ponencia, la cual contemplaba verificar el apoyo a una eventual independencia de Catalunya si la ciudadanía "rechazaba el pacto alcanzado por sus representantes socialistas".

Hace tan solo unos mesos, las declaraciones de Miquel Iceta en el diario vasco Berria afirmando que si algún día el 65% de los catalanes querían la independencia habría que darles una solución también provocó el rechazo de los principales dirigentes socialistas.