Los 33.803 socios de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) están citados este sábado en las urnas para renovar los 77 miembros del secretariat nacional. Se trata del órgano de gobierno -o "ejecutiva"- de la entidad, que preside Jordi Sànchez, y que, una vez constituido elegirá el nuevo presidente o presidenta, dentro de una semana. El ambiente de tensiones que han presidido los prolegómenos y la peculiar "campaña electoral" de la entidad, detrás de las cuales muchos ven la sombra de los partidos, hacen imprevisible el resultado.

La guerra subterránea que se está librando entre las diversas familias, sensibilidades y personalidades se ha prolongado casi hasta al inicio de las votaciones en el supersábado de la entidad que impulsó las históricas movilizaciones por la independencia entre el 2012 y el 2015. Como adelantaba este viernes El Nacional, 8 miembros del secretariat saliente se han sublevado en el último minuto para denunciar lo que consideran "falta de transparencia" en el proceso electoral interno. 

En Madrid se frotan las manos

Los firmantes de la carta No abaratim el somni, ANC! censuran tanto los movimientos de un grupo de miembros de la ANC para presentar una lista conjunta al secretariat -fórmula prohibida en los estatutos, que sólo contempla candidaturas individuales- como también lo que consideran "juegos de manos" de la junta electoral interna para impugnar dos candidaturas y después autorizarlas.

El malestar interno emergió a raíz de la actividad de un grupo auspiciado por el exdiputado de la CUP Antonio Baños y el expresidente de Òmnium Quim Torra, firmantes de un artículo junto con 21 personas más, entre las cuales la candidata más votada en el 2015 para el secretariat, Liz Castro, y el historiador Agustí Alcoberro. Posteriormente, la junta electoral impugnó las candidaturas de Quim Torra y el cupaire Jordi Calvís por incompatibilidades; al día siguiente los readmitió, lo cual ha contribuido a la confusión. Ante todo, no son pocos los que, situados en posiciones más "transversales" advierten que "en Madrid [el Madrid que se asustó con las grandes movilizaciones en la calle de las Festividades] se frotan las manos".

¿Todos somos ANC?

Y, aún, ha aparecido un blog crítico que, bajo la pregunta "Tots som ANC"?, critica la actividad del grupo de 23 personas integrantes de la llamada "lista Baños-Torra" y el manifiesto "Un país per viure lliures; viure lliures per un país". Los autores del blog son socios de la ANC que no se identifican, informa ACN.

Conocedores del funcionamiento interno de la ANC han atribuido la guerra subterránea a injerencias en la vida interna de la entidad de CDC, ERC y la CUP y en un momento crucial para el movimiento soberanista. Así, se ubica en el entorno de CDC al actual presidente, Jordi Sànchez, histórico militante de la Crida próximo a ICV, mientras que la "lista" Baños-Torras se vincula con movimientos de ERC y la CUP para asumir el control de la entidad soberanista.

Heridas abiertas

Sànchez fue elegido presidente en 2015 por acuerdo del secretariat en sustitución de Carme Forcadell, actual presidenta del Parlament. No obstante, la escritora estadounidense Liz Castro fue la candidata más votada por las bases. Desde entonces se ha mantenido un precario equilibrio entre familias, sensibilidades y personalidades que ahora tiembla de manera clara más allá de las obvias diferencias que siempre provoca cualquier proceso electoral interno en una organización de base asamblearia y en un escenario político tan complejo como el que vive el país.

El papel de la ANC, junto con el de Òmnium y la AMI fue clave en el acuerdo que propició la candidatura unitaria de Junts pel Sí pactada por Artur Mas y Oriol Junqueras para el 27-S. Y la presión de la entidad volvió a ser determinante después del 27-S en el pacto entre JxSí y la CUP que supuso el "pas al costat" de Mas y la elección de Carles Puigdemont como nuevo president de la Generalitat. Algunas de las heridas que ahora supuran se abrieron entonces. Todo ello ha contribuido a una cierta sensación de desmovilización, que, en sectores del secretariat se atribuye a la actividad de responsables internos vinculados a la CUP o alineados contra Sànchez. 

Doble vuelta 

Un total de 139 socios de la ANC optan a cubrir los 77 puestos del nuevo secretariat, 25 de los cuales se escogen a nivel nacional y 52 por parte de las territoriales, incluidas las del exterior. A partir de aquí, la batalla interna entrará en una segunda fase que desembocará dentro de ocho días en la elección del nuevo presidente o presidenta y del resto de cargos del órgano de gobierno.

El nuevo secretariat se encargará de desplegar la hoja de ruta de la entidad aprobado por la assemblea general ordinària (AGO) del pasado 17 de abril, afrontar el reto de construir la República Catalana y poner en marcha el procés constituent. ¿Pronóstico sobre el desenlace de la doble vuelta electoral interna? Fuentes de la ANC de varias familias se han expresado en este diario de manera plenamente coincidente: "Muy abierto".