Cambray, único responsable. Los comuns han culpado al conseller de Educació de haber hecho inevitable la huelga en escuelas e institutos convocada de manera unánime por los sindicatos de educación durante seis días de este mes de marzo (el primer día de protesta será este martes). Según ha dicho hoy el portavoz de Catalunya en Comú, Joan Mena, Josep Gonzàlez-Cambray "no ha hecho nada para evitar la huelga". Así, los lilas advierten de que se ha equivocado no queriendo dialogar con el conjunto de la comunidad educativa, y han lamentado las imposiciones. "No sé si está a tiempo de rectificar, esperamos que la huelga del día 15 lo obligue a sentarse en una mesa de negociación con la comunidad educativa", ha afirmado Mena.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el conseller de Educació, Josep Gonzàlez-Cambray, anunciaron hace un mes que a partir del próximo curso (el 2022-2023) las clases empezarán el 5 de septiembre con respecto a la primaria y a la educación infantil, mientras que los alumnos de ESO, bachillerato y formación profesional empezarán el día 7 de septiembre. Aun así, la finalización del curso se mantiene como ahora: acabará a finales del mes de junio. La medida ha sido duramente criticada por los sindicatos, que ya anunció al principio de mes que harían un paro el 15, 16, 17, 29 y 30 de marzo para protestar contra la alteración del calendario del curso escolar. Son cinco días de huelga que se sumarán a un sexto, el 23 de marzo, que ya estaba previsto que se hiciera una huelga para protestar contra el 25% de castellano en las aulas catalanas.

 

"Si estamos en una convocatoria de huelga es porque Cambray no ha querido escuchar", ha avisado Mena, que le ha instado a impulsar el diálogo y la negociación con la comunidad educativa. Además, ha confirmado el apoyo explícito de los comuns a la convocatoria de los sindicatos de educación: "Está motivada por la falta de diálogo de la conselleria y Cambray. Que rectifique su posición y se avenga a negociar y a dialogar". En este sentido, ha aprovechado para hacer una comparativa entre la actitud del conseller, diputado de Esquerra Republicana, y la apuesta por la negociación con el Estado que afianzó la Conferencia Nacional de los republicanos ayer: "No se puede reclamar el diálogo como hace ERC, pero después no practicarlo en un ámbito tan sensible como es el ámbito educativo".

La mesa de diálogo necesita resultados

Sobre esta cuestión, Joan Mena ha celebrado que los republicanos se mantengan en la línea de la negociación con el Estado como estrategia para culminar la independencia, si bien esta opción de momento no ha dado resultados tangibles. "Está muy bien que finalmente digan claramente que su apuesta es por el diálogo", ha dicho, pero ha reconocido que este diálogo se tiene que concretar con hechos. "Esperamos que este año 2022 sea el año en que la mesa de diálogo empiece a dar frutos".

En la Conferencia Nacional de ayer, el 97,23% de la militancia aprobó la ponencia política que guiará la estrategia de los de Oriol Junqueras para los siguientes años, un documento de cerca de 40 páginas que sitúa la mesa de diálogo como herramienta imprescindible para resolver el conflicto político entre Catalunya y el Estado español, similar a la estrategia adoptada por los republicanos a finales de 2019. Después de las enmiendas presentadas e incorporadas por la militancia -más de 400- finalmente el texto recoge más concreciones sobre esta herramienta, y es que las bases han incorporado exigencias para fiscalizarla. Diálogo sí, pero con concreciones. Una propuesta que, de 688 asistentes, ha contado con 669 votos a favor, 7 en contra y 12 en blanco.

Conferencia de Presidentes

Como ya hicieron los socialistas hace unos días, los comuns ahora han celebrado también la "rectificación" de Pere Aragonès y que finalmente asistiera a la Conferencia de Presidentes, que tuvo lugar este domingo en la isla de La Palma. El presidente de la Generalitat justificó su decisión por la situación "excepcional" ante la guerra de Ucrania, que centró el debate de la reunión.

En esta materia, Joan Mena ha reclamado al Govern impulsar una "armadura social" para hacer frente a las consecuencias del conflicto, como son la subida de precio de alimentos básicos, la gasolina y la electricidad. Sobre este último punto, ha avisado de la necesidad de que las empresas eléctricas "se estrechen el cinturón aplicando un recargo del 10% en el impuesto de sociedades". También ha reclamado impulsar una reforma fiscal para hacer que los más ricos paguen más impuestos, una medida que serviría para aprobar un cheque de ayuda energética por un valor de 300 euros mensuales.