Hace justo una semana que bares y restaurantes vuelven a estar abiertos. No todos, aproximadamente un tercio de los locales permanecen cerrados porque no tienen suficiente espacio para garantizar las medidas de seguridad o porque con el toque de queda que los obliga a bajar la persiana sobre las nueve y media de la noche, no les sale a cuenta. El sector reclama que se retrase la hora de cierre hasta la medianoche. Mientras tanto, Barcelona ha anunciado que la ampliación de terrazas, que se han ganado a la calzada, ha venido para quedarse. El actual mobiliario provisional y de hormigón se rediseñará para hacerlo permanente.

A la espera de saber si el Govern de la Generalitat autorizará el avance a la fase 2, previsto si todo va bien para el 7 de diciembre —en pleno puente de la Purísima—, los hostaleros fían su facturación al buen tiempo. Las terrazas son el único espacio que pueden llenar al 100%. El pasado fin de semana, el sábado lluvioso les secó la caja. Ley de Murphy. Mientras tanto, el Gremi de Restauració de Barcelona ha conseguido que el Ayuntamiento se comprometa a alargar la ampliación de terrazas —que se impulsó durante la primera desescalada del confinamiento— hasta el 31 de diciembre de 2021. Y convertir en definitivas lodas las que se han colocado sustituyendo el espacio para coches. 

A lo largo de los últimos meses, el Ayuntamiento ha recibido 6.731 solicitudes de bares y restaurantes para ampliar sus terrazas o conseguir licencia de terraza cuando no tenían. Dos de cada tres propuestas aprobadas son ampliaciones de terrazas ya existentes, y el resto son permisos para nuevas implantaciones. De todas las peticiones, se han concedido la mitad, 3.129. El máximo número de denegaciones han sido en Ciutat Vella y Gràcia. Para todos los establecimientos que no han conseguido permiso, se abrirá un nuevo plazo de un mes para volver a pedirlo.

Acabar con el hormigón

La intención del consistorio es rehacer la estética de los elementos que delimitan las terrazas en la calzada, hasta ahora provisionales, para que puedan ser definitivos. Es decir, acabar con las pilonas de hormigón y la pintura amarilla y transformarlo con un nuevo mobiliario hecho de algún otro material, por ejemplo madera o plástico reciclado. Lo han bautizado como "proceso de dignificación", que se trabajará con las escuelas de diseño y arquitectura de la ciudad. En este momento se está trabajando en el diseño de un mueble-plataforma de ampliación de acera que integre mejor las terrazas en calzada y garantice la accesibilidad y la seguridad. El Ayuntamiento abrirá próximamente una convocatoria a empresas del sector para que hagan sus propuestas de prototipos. 

Según datos del equipo de Colau, 23.000 metros cuadrados de asfalto que hasta ahora se destinaba al tráfico se han reconvertido y los ocupan ahora bares y restaurantes. Para poner otra cifra, se han eliminado 4.100 plazas de aparcamiento para colocar 8.600 nuevas mesas para la restauración; se ha pasado de 24.000 en marzo de 2020 a 32.600 actualmente. El 57% de las ampliaciones se han hecho en la acera, el resto, el 43%, han sido en la calzada. 1.790 se han colocado en las aceras, 1.299 mesas se han puesto en la calzada y 40 han combinado calzada y acera. Las que están en la calzada serán las que se convertirán en permanentes.

En paralelo al alargamiento de la ampliación de terrazas, el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido mantener durante todo el año próximo la bonificación del 75% de la tasa de terrazas para bares y restaurantes de la ciudad.

La incógnita sobre el salto de fase se resuelve el jueves

Los datos sobre la situación epidemiológica que el Departament de Salut facilita cada día han aguado la esperanza de todos aquellos que confiaban en que quizás se avanzaría el cambio de fase al inicio del puente de la Purísima. El índice de transmisión del virus, uno de los indicadores clave que marcan si se puede cambiar de tramo o hay que perpetuar las medidas una semana más, ha subido seis puntos en un día, del 0,78 al 0,84. Si en los próximos dos días sigue la tendencia, podría obligar al Govern a frenar el salto a la fase dos. Sólo se podrá adelantar si está por debajo de 0,9.