La modificación de la Ley de Amnistía de 1977 preocupa al presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán, que pide al PSOE "prevención" delante de los que "quieren acabar con la ley de Amnistía, la Transición y la Constitución".

Lambán defiende que esta ley fue la "clave de bóveda" sobre la que se construyó la transición, la Constitución de 1978 y los posteriores 40 años de convivencia pacífica entre los españoles y no entiende como "los nietos de los combatientes de la Guerra Civil" se plantean esta cuestión. Por eso, recomienda a su propio partido que se plantee con "precaución" todo lo que las otras fuerzas políticas proponen sobre el tema.

Acabar con la Transición

"Acabar con la Ley de Amnistía no deja de estar en relación con su propósito de acabar con la Transición, la Constitución de 1978 y con un sistema que en España le ha ido muy bien", asegura Lamban. 

"No fue una ley de la derecha" lanza y defiende que los que participaron en la Guerra Civil, el exilio y la izquierda pidieron esta ley de amnistía, que comunistas, socialistas y nacionalistas celebraron. Sólo hay algunos casos de resistencia por parte de la derecha, encabezada por Manuel Fraga.

Dentro de quince años se cumplen los primeros cien años del inicio de la Guerra Civil, lo cual lo lleva a recordar que esta ha sido la ley más duradera que ha tenido España en toda su historia.

"No cambian nada"

Sin embargo, este jueves, el ministro de Presidencia, Relaciones con las Corts y Memoria Democrática, Félix Bolaños, confesó que las enmiendas del Gobierno a la ley de memoria democrática en la práctica "no cambian nada" del establecido por la ley preconstitucional de amnistía de 1977, a pesar de los esfuerzos del PSOE y Unidas Podemos por dar esta imagen.

Tal como denunció Rufián este miércoles, aunque la enmienda indica que "los crímenes de guerra, de lesa humanidad, genocidio y tortura" son "imprescriptibles y no amnistiables", Bolaños ha matizado que "esta legislación no puede tocar la legislación penal", ya que "no es una ley orgánica" y, además, "las leyes penales no pueden ser retroactivas".

Una ratificación

En este sentido, sin embargo, el ministro socialista quiso defenderse de las críticas alegando que lo único que implica esta enmienda es una ratificación de la situación vigente desde 2002, cuando España suscribió el Estatuto de Roma.

Bolaños también remarcó la importancia de esta ley: "Fue muy importante para la consolidación de la democracia. Quien la pidió fue la izquierda y consiguió que muchas personas encarceladas por sus ideas, que no habían cometido ningún delito, salieran", reivindicó.

 

Imagen principal: El presidente de Aragón, Javier Lambán / EFE