Una serie de circunstancias imprevistas puede haber dejado ahora en manos del PP la capacidad para frenar en el Parlament los tiempos de tramitación de la propuesta de resolución con que se pretende poner en marcha el proceso de creación del Estado catalán. Junts pel Sí i la CUP quieren dar curso a la iniciativa por el procedimiento de urgencia para poder debatir la resolución en un pleno previo al debate de investidura del 9 de noviembre. Fuentes de estos grupos prevén que la resolución se podría llevar al hemiciclo el viernes 6 o, incluso, el mismo lunes 9.

No obstante, la tramitación de una propuesta de resolución requiere escuchar la opinión de la Junta de Portaveus, un órgano donde están sentados todos los grupos de la Cámara. Pero el PP no ha designado a su portavoz, con lo cual, la Junta formalmente no se puede reunir con todos sus miembros.

La voluntad inicial de los populares era designar al portavoz este viernes, dado que el Reglamento da un margen de ocho días hábiles para organizar el grupo a partir de la constitución del Parlament.

Cambio de escenario

Pero la situación ha cambiado. Si el PP decidiera agotar los plazos que le concede la normativa de funcionamiento de la Cámara, con el reglamento en la mano, consideran que podrían complicar la voluntad de los grupos impulsores de la propuesta de convocar el pleno para debatir la resolución antes del debate de investidura que, a la fuerza, se tendrá que celebrar el día 9 de noviembre.

Agotando los plazos, según fuentes populares, se tendría que designar el portavoz, como a muy tarde, el día 5. Al día siguiente se podría celebrar la Junta de Portaveus para dar el visto bueno a la tramitación en pleno de la resolución, calculan.

Des de Junts pel Sí replican que la Mesa puede emplazar al PP a designar un representante provisional en la Junta de Portaveus de la misma forma que ahora han designado Enric Millo para representarlos en la Mesa hasta que el grupo nombre a sus cargos. Todo dependería entonces de la interpretación del Reglamento que haga el órgano de gobierno de la Cámara.

No es este el único problema reglamentario con el que ha tropezado la propuesta de resolución.

Procedimiento de urgencia

El texto que hoy ha presentado la CUP y JxSí a la Mesa pide que la resolución se tramite por el procedimiento de urgencia, precisamente para hacer posible su votación antes del pleno de investidura. Según el reglamento de la Cámara, para utilizar la vía de urgencia, hace falta que la resolución cuente con el apoyo de tres grupos de la Cámara o un tercio de diputados, es decir, 30.

No obstante, el documento aprobado de buena mañana en la Mesa sólo tiene las firmas de los presidentes y los portavoces de los dos grupos firmantes, es decir, Jordi Turull y Antonio Baños, Marta Rovira y Anna Gabriel.

Hace falta un nuevo trámite en la Cámara para solicitar el trámite de urgencia. Esta vez añadiendo 26 firmas más. Y por lo tanto una nueva reunión de la Mesa que se celebrará este miércoles a las 10 de la mañana tendrá que dar un nuevo visto bueno.