Nuevo nombre, nuevo ticket presidencial, y nueva dirección con coordinador general. El congreso de fundación del Partit Demòcrata Català ha incorporado muchas novedades en relación a lo que era la tónica habitual en Convergència, pero sobre todo ha incorporado la imposición de una manera diferente de actuar. Las bases se amotinaron el viernes. Y, sin duda, este movimiento marcará los próximos días en que se tendrán que presentar las candidaturas para la nueva dirección que se votará el día 23.

Si el viernes por la noche saltó por los aires la propuesta de nombres para el nuevo partido que elaboró la dirección convergente a partir de los datos recogidos en el Torn Obert, a lo largo del fin de semana se han tenido que pactar a fondo todas y cada una de las enmiendas de los documentos congresuales como hacía muchos años no se veía en un congreso convergente.

¡"Habéis sudado fundación"!, ironizaba el president, Carles Puigdemont, en el breve parlamento de clausura. Poco antes tanto Puigdemont como Artur Mas vieron cómo la propuesta de nombre que apoyaban en las dos rondas de votación quedaba derrotada y el congreso escogía la única de las tres propuestas que ninguno de los dos había votado. Apenas una anécdota, pero difícil de pensar en la antigua Convergència.

Artur Mas

Ni siquiera Mas se libró de tener que presentar su enmienda para formar una nueva presidencia colegiada después de hacer cola para poder utilizar el micrófono instalado en la comisión segunda. Una vez dicho esto, la de Mas fue la única de las propuestas surgidas de la antigua dirección que superó sin problemas la votación del congreso.

Y de hecho se hace difícil pensar que nadie pueda presentar una candidatura alternativa a la que liderarán Mas y Neus Munté a la presidencia colegiada del partido. El líder convergente, junto con Puigdemont, siguen apareciendo como los dirigentes con apoyos más indiscutibles.

Las cosas han cambiado, sin embargo. De momento. El congreso se ha cerrado sin dirección, que se escogerá el día 23, después de que el miércoles se hayan presentado las diferentes candidaturas y se abra la campaña electoral. Si la presidencia de Mas-Munté aparece clara, no se puede decir lo mismo de la ejecutiva.

Coordinador general

La estructura de dirección ejecutiva de 12 personas que ha acordado el congreso, con un coordinador general al frente, se escogerá en lista desbloqueada, lo cual no facilitará la situación al presidente del grupo parlamentario de JxSí, Jordi Turull, que ha expresado la voluntad de liderar el nuevo partido y que antes de empezar el congreso parecía el candidato con más posibilidades.

El sector Turull apostaba por una dirección colegiada con lista cerrada pero la decisión del congreso de crear la figura del coordinador general le obligará a significarse. Los dirigentes se tendrán que votar uno a uno y el responsable parlamentario, que consigue escapar de la enmienda de incompatibilidades que ha impulsado la JNC -siempre y cuando quede clara su "dedicación preferente" al partido frente al Parlamento-, puede acabar recibiendo las reticencias que ha expresado la militancia a todo lo que no parezca nuevo.

Corrientes internas

Y no sólo de la militancia, su nombre podría recibir contestación de las corrientes del partido que se han hecho sentir este fin de semana. Desde el sector próximo a conseller Josep Rull o el exconseller Felip Puig, pasando por Llibergència. O, evidentemente, el del del exconseller Germà Gordó, que esta noche piensa si presenta o no candidatura.

El proceso precongresual ha tensado al máximo las diferencias que existían entre los diferentes barones convergentes, y los movimientos de las piezas amenazan de situar a Turull, si no se mueve con habilidad, como representante de la vieja dirección.

Candidatura alternativa

Esta imagen junto con el mensaje de una militancia que reclama una renovación sin ambages podría provocar una reacción del resto de corrientes que intentaran articular una candidatura alternativa a la del presidente del grupo de JxSí.

Durante la cumbre de este fin de semana las conversaciones entre las diferentes familias ha sido incansable y con la finalización del congreso, no ha hecho más que aumentar la agitación.

Bonvehí i Pascal

Estos tres días uno de los dirigentes más buscados del centro congresual del Fòrum de Barcelona fue David Bonvehí, el exalcalde de Fonollosa, que se ha convertido en una pieza clave del partido en la Catalunya central. A su lado, la portavoz de la antigua CDC, Marta Pascal, es otro de los nombres presentes en todas las quinielas. También la alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa, el alcalde de Premià de Mar, Miquel Buch, y el de Igualada, Marc Castells, figuran como nombres muy fuertes para el nuevo partido.

Sí tendran problemas los alcaldes de la Seu d'Urgell, Albert Batalla, el de Valls, Albert Batet, el de Mollerussa, Marc Solsona, y la alcaldesa de Calella, Montse Candini, que son diputados y gobiernan consistorios, por lo cual podrían verse afectados por las incompatibilidades.

En cambio no afectadarà a la diputada Meritxell Roigé o el leridano Antoni Postius, però sí a miembros del Govern como el conseller Santi Vila o caras emergentes que ocupan secretarias o direcciones generals como Elsa Artadi. La última palabra en este sentido, sin embargo, la tiene el consell nacional que pot fixar excepcions en les incompatibilitats.

Los próximos tres días serán decisivos.