"Ni tengo miedos ni prevención ante unas políticas de izquierda que son necesarias en España". Así se ha referido la presidenta socialista de las Islas Baleares, Francina Armengol, al posible pacto entre el PSOE y Podemos —y/o otras fuerzas— propuesto la semana pasada por Pablo Iglesias y que ha dividido opiniones dentro de los socialistas estos días.

Después de reunirse con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, la presidenta balear ha mostrado su apoyo al líder socialista para intentar formar gobierno, así como su discrepancia con el expresidente español, Felipe González, porque ella gobierna en coalición con un partido nacionalista y con el apoyo de la formación morada y "está funcionando bien".

Armengol ha admitido compartir "algunas" ideas de Podemos, entre ellas, la reforma laboral, la necesidad de poner en marcha políticas de emergencia social, la marcha atrás de la ley orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y la apuesta por un sistema educativo diferente. También ha recordado que otras comunidades autónomas gobiernan con el respaldo de Podemos.

Explorar opciones

La presidenta balear ha lanzado una propuesta al aire a Sánchez cuando ha dejado caer que una vez haya hablado de nuevo con el Rey "tiene que explorar las opciones de un gobierno progresista y reformista" y le ha mostrado su apoyo. "Nos dejaremos la piel para que eso sea posible", ha asegurado, y ha cargado contra el Ejecutivo del PP dudando de que "un gobierno de derechas pueda solucionar los problemas del país".

Eso sí, Armengol ha tildado de error el hecho de que Iglesias se propusiera como el vicepresidente del líder socialista, porque la prioridad tiene que ser dibujar un proyecto de gobierno "centrado en propuestas reformistas que aporten soluciones a los problemas de la ciudadanía".

Por todo eso, cree que este proyecto político tiene que tener como eje central una "capacidad de diálogo con mucha gente" y se ha mostrado convencida de que habrá puntos de encuentro con muchas otras fuerzas políticas.

Su propuesta para Sánchez es que plantee un programa político para ver "quién se suma", porque podría ser que en algunas cuestiones sea Podemos quien les apoye y, en otros, sea Ciutadans.