A la espera de que se desencalle la negociación por la investidura, la actividad en el Parlament va cogiendo ritmo. Y lo hace también la controversia. Este martes ha habido múltiples frentes abiertos. El que ha acaparado los focos es el veto de la Junta de Portavoces a que Vox pueda optar a un senador autonómico. Antes, sin embargo, ha habido otro incendio. Este con las Tres Mellizas como protagonistas involuntarias de un choque entre el PSC y la mayoría independentista de la Mesa del Parlament.

La cita semanal del órgano rector de la cámara catalana ha tenido que tramitar 450 preguntas que los grupos parlamentarios han formulado por escrito al Govern de la Generalitat. Dos de ellas han generado polémica y la Mesa ha decidido dejarlas en stand by y pedir al partido impulsor que las reformule. El argumento, que podrían rozar la transfobia.

Las Tres Gemelas y las presas trans

Las preguntas en cuestión abordan dos temas distintos. La primera tiene que ver con un programa emitido en TV3 donde aparecían las Tres Mellizas hablando del clítoris y otros contenidos relacionados con la sexualidad. Los socialistas preguntan al gobierno ¿Cuál es la base científica para presentar la sexualidad humana disociando los órganos sexuales del sexo de las personas?

Entre la batería de preguntas formuladas por el PSC hay otra que inquiere si el ejecutivo ha evaluado las consecuencias que puede haber tenido el traslado de personas transgénero en las prisiones de mujeres. La conselleria de Justicia impulsó el año pasado una iniciativa penitenciaria por la que las personas trans que se encuentren en prisiones catalanas pueden pedir el traslado a un centro de su sexo sentido.

Según fuentes parlamentarias, estas dos preguntas podrían vulnerar el artículo 163.3 del reglamento, pensado para proteger los derechos de colectivos vulnerables. Específicamente dice que no se pueden admitir a trámite las preguntas que contienen expresiones ofensivas para la dignidad de las personas o que menosprecian derechos.

El PSC denuncia censura

Para el grupo socialista, la actitud de la Mesa del Parlament es inaceptable. En este sentido, indican que va por el "mal camino" y se preguntan si la nueva política de este nos será aplicar la censura y decidir qué pueden preguntar y qué no los grupos parlamentarios.

En la imagen principal, las vicepresidentas primera y segunda de la Mesa. / Pau de la Calle