El economista Xavier Sala-i-Martin ha acusado en las redes al candidato del PSC a Catalunya, Salvador Illa, de ser un farsante. Al día siguiente de las elecciones en el Parlamento, la Fiscalía ha presentado los recursos contra el tercer grado penitenciario que la Conselleria de Justicia concedió hace unas semanas a los presos políticos y eso, para|por Sala-i-Martin, pone en evidencia que la voluntad que aseguraba tener Illa en campaña de dialogar era en realidad "una farsa".

"La Fiscalia del PSOE no ha tardado ni veinticuatro horas después de que cerraran las urnas en pedir la invalidación del tercer grado. Aquello de 'reencontrarnos y pasar página' del Illa no era más que una gran farsa", ha lamentado en un tuit. Y también ha enviado un mensaje muy contundente a los votantes socialistas: "Enhorabuena a todos los bobos que se dejaron engañar por el gran farsante".

El recurso de la Fiscalía

Evitando entrar en campaña pero marcando de cerca los pactos electorales, la Fiscalía ha esperado que pasaran las elecciones del 14-F en el Parlamento de Catalunya para presentar los recursos contra el tercer grado y devolver en la prisión a los presos políticos, Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Raül Romeva, Josep Rull, Jordi Turull, Jordi Cuixart, Jordi Sánchez, Carme Forcadell y Dolors Bassa. La Fiscalía pide que la presentación de estos recursos ante los juzgados de vigilancia penitenciaria ya provoquen la suspensión inmediata de esta semilibertad. En varios recursos casi iguales, y de unas 15 páginas cada uno, el ministerio público critica la medida de la Generalitat y considera que no se puede dar a todos los presos al mismo tiempo el tercer grado pocas semanas después de que el Tribunal Supremo lo tumbara el diciembre pasado.

Según el fiscal, el tercer grado es "incompatible" con el cumplimiento de la finalidad de la pena, especialmente los de "reeducación y resocialización". También considera que hay una "falta de modificación de aquellos rasgos de la personalidad directamente relacionados con la actividad delictiva", ya que los reclusos "siguen considerando que los hechos por los cuales fueron condenados no son delictivos". Reitera, como ya hizo en anteriores recursos, que hay una "insuficiente evolución en el tratamiento", ya que no han seguido ninguno.

Por todo eso, finalmente, concluye que "los aspectos positivos tenidos en cuenta en la resolución administrativa recurrida y en la propuesta de la junta de tratamiento no son suficientes para acordar la progresión en el tercer grado".