Los indicios contra el rey emérito Juan Carlos I son "extremadamente débiles" e "insuficientes". Es por eso que, en su escrito, la Fiscalía del Tribunal Supremo ha pedido el archivamiento de la querella contra él y otras personas promovida por Izquierda Unida, el Partido Comunista de España y la Federación de Abogados de Izquierda. El caso hace referencia a las conversaciones del excomisario José Manuel Villarejo con el amante del rey emérito Corinna zu Sayn-Wittgenstein y el empresario Juan Villalonga en Londres.

La querella fue presentada contra ocho personas, entre las cuales también está el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán. El motivo es la difusión de las conversaciones de Villarejo, donde, entre otras cuestiones, se decía que Juan Carlos I tenía cuentas en Suiza a través de testaferros o que recibió comisiones por las obras del AVE a La Meca.

 

En su escrito, dirigido a la sala segunda del Tribunal Supremo, la fiscalía argumenta que, con los datos que se exponen en la conversación sobre las presuntas cuentas en Suiza, "no es posible pretender iniciar una investigación en sede penal". Argumentan que no se ofrece "ningún elemento o principio de prueba que avale razonablemente su realidad o verosimilitud". Los términos de la conversación, añade, son "extraordinariamente imprecisos".

Con respecto a una propiedad inmobiliaria dada por el rey del Marruecos a Juan Carlos I, que estaría a nombre de Corinna, el ministerio público sostiene que "no existe ningún elemento que permita colegir que tal propiedad proceda de una actividad ilícita". Los datos, insiste, son "nuevamente imprecisos".

Sobre el supuesto cobro de comisiones por el AVE a la Meca, la Fiscalía señala que "los indicios son extraordinariamente débiles y son aportados por una persona que no aparece directamente implicada en el pago y cobro de las comisiones y que no manifiesta la razón de su conocimiento".

Finalmente, el ministerio público recuerda "un dato de trascendental importancia": que la reunión registrada por el excomisario Villareho "habría tenido lugar en Londres y antes de la abdicación como rey". Por este hecho, habrían tenido cuando Juan Carlos I disfrutaba de la inviolabilidad.

Es por eso que la Fiscalía del Supremo pide a la sala segunda el archivamiento inmediato de las actuaciones contra el rey emérito.