Duran dimitió del cargo público más relevante de toda su vida política –conseller de Governació– molesto por la decisión de Jordi Pujol de hacer a Artur Mas su heredero político. Era el año 2001 y llevaba menos de dos años en el cargo. Ironías de la historia, hace una semana, el propio Mas tiró la toalla como candidato a presidente de la fuerza ganadora del 27S y el miércoles 13 devolvió su acta de diputado. Tres días después llega la dimisión de Duran de la presidencia del comité de govern de Unió Democràtica (UDC). La misma semana de las renuncias de Mas. Un círculo se cierra. Josep Antoni Duran (Alcampell, 1952) ha pasado más años en cargos, electos o no, en instituciones políticas que el mismo Jordi Pujol. Entre su elección como concejal a la Paeria de Lleida en 1979 y la disolución de las Cortes en 2015, Duran ha ocupado cargos durante 36 años de su vida política, por los 26 de Pujol. En total, el de Ponent ha dedicado 41 de sus 63 años a la política: se afilió a Unió en 1974.

1. Sin aspiraciones

La vida política de Duran está marcada por la aspiración de ser el president de la Generalitat, como reconoció en 2011 al mensual Vanity Fair, que le preguntó por el momento más duro de su vida política. La respuesta:

—[...] no haber podido ser presidente de la Generalitat, es el único cargo al cual realmente he aspirado, pero Pujol se inclinó por Artur Mas. Pero ya está olvidado, Mas es mi presidente y yo le he ayudado tanto como he podido a que lo fuera.

La dimisión del 2001 fue el divisor de aguas de su vida política. Hasta entonces tenía un objetivo: la Generalitat. Una vez que hubo comprobado que nunca lo alcanzaría, Duran buscó otros argumentos para mantener su posición y la de UDC dentro de CiU, pero había desaparecido el gran motivo de su acción política.

2. La separación de CDC

De cara a sostener la cuota de Unió en las listas electorales y en la distribución de los cargos asociados –arbitrariamente fijada en el 25%–, el jerarca socialcristiano generó periódicamente crisis de mediana intensidad con CDC, descritas benévolamente como dificultades de una pareja consolidada. El territorio favorito de estas crisis eran las elecciones municipales, un constante quebradero de cabeza atizado por las naturales rivalidades locales de los socios de la federación nacionalista. En este espacio, Duran era el rey. El episodio más intenso es el de las municipales de 1991, con el líder de Unió encarándose con el entonces secretario general de CDC, Miquel Roca. El final clásico de estos descalabros era una reunión donde Pujol y Duran firmaban la paz. Finalmente, tras otras crisis de rutina, Duran conoció el precio de ir en solitario a las elecciones y el peso real de UDC en la federación. El 27S y el 20D resolvieron uno de los grandes misterios de la política catalana: qué haría Unió Democràtica en solitario. La respuesta es esta: nada. Que Duran lograra sostener una posición tan fuerte con un instrumento tan débil habla toneladas de su capacidad política. Pero perdida el ancla, el naufragio era cuestión de (poco) tiempo. 17.05.2011, Lleida Artur Mas y Duran Lleida dan apoyo a Joan Ramon Zaballos en la Universidad de Lérida. foto: CiU

3. Pérdida de peso en Madrid

Duran, además, se reubicó en Madrid como un intermediario político de peso. Desde 2004 era el presidente del grupo parlamentario de CiU, cuyos votos fueron tantas veces necesarios para hacer mayorías en el Congreso. Eso ganó a Duran prestigio de buen componedor de voluntades, pero también acusaciones de subordinación a Madrid y de confusión entre intereses públicos y privados. El cenit de su influencia llega cuando José María Aznar le propone ser ministro. A Duran le gustaba la idea pero Pujol lo paró en seco. El democristiano siempre ha explicado que pudo ser ministro con el PP y con el PSOE. Es una parte de su currículum que contribuye a agrandar su figura como lobista, como también sus preciosas relaciones internacionales vía la red de partidos democristianos de Europa y América Latina. Sin embargo, desde el momento en el que Mas y CDC se concentran en propulsar el proceso independentista, Duran no logra hacerse escuchar en Madrid. El gobierno del PP, con mayoría absoluta, no lo necesita ni lo quiere. "Llega tarde", dijo Soraya Sáenz de Santamaría, socarrona, de la propuesta política de Duran para Catalunya durante la campaña del 20D.

4. División de Unió

Duran ha dirigido Unió con mano de hierro. Es presidente del comité de govern desde 1982 a 1984 y desde 1987 hasta este sábado. No ha tolerado la disidencia y siempre ha contado con el apoyo sistemático y mayoritario de la militancia. El momento en el que se visualizó que su liderazgo se había desgastado y Unió iba contra las rocas llega con la consulta interna del 14 de junio del 2015. La dirección del partido propuso una embrollada pregunta para trasladar a los militantes la respuesta al ultimátum de CDC de sumarse o no al proceso. Votaron el 66,15% de los 4.095 militantes: 50,54% a favor de la dirección y el 46,51% en contra. Un mes más tarde, los democristianos se partían en dos: la Unió de Duran y los Demòcrates de Toni Castellà y los veteranos tótems del partido. A la escisión se sumaron el 53% de los alcaldes y el 62% de los concejales de Unió. Duran afrontaría las elecciones del 27S y del 20D con un partido menor que tiene una deuda acumulada de 17.164.394 euros a 31 de diciembre del 2013. 10.07.2010, Barcelona Manifestacio en el Paseo de Gracia y Gran Vía contra la sentencia del Tribunal Constitucional que recorta artículos de l Estatuto aprobado por el Parlament de Catalunya en el 2005. foto: Jordi Play

5. Desencaje con la 'nueva política'

El tsunami que sacude la vida política española no ha dejado incólume a Unió ni a Duran, partido y persona que se confunden desde 1987. La imagen de político de despacho y la mecánica del peix al cove se avienen poco con la actitud política emergente que motiva tanto a los nuevos partidos españoles como a las fuerzas independentistas catalanas. Duran como cabeza de lista de Unió obtuvo poco más de 65.000 votos el pasado 20D, la mitad de Ramon Espadaler, que encabezada la misma lista tres meses antes. Es ya un político amortizado, sin tracción. Quizás el momento más indicativo de ese desencaje es el curso del llamado "caso Pallerols", en el que Unió estaba acusada de financiación ilegal a través de los fondos europeos de formación profesional. Cuando estalló el caso, el año 2000, Duran aseguró que dimitiría si se demostraba financiación irregular de UDC. El 2013 el caso se resolvió con la autoinculpación de los acusados... y ni una palabra de Duran. Este sábado, sin embargo, sí ha hablado. Hacia el final de su discurso de dimisión, reconoce: "Estoy convencido de que nuestra propuesta política es lo que necesita nuestro país pero la ciudadanía, hoy para hoy, no le presta suficiente apoyo". Foto de portada: Mas y Duran, en una calçotada, febrero de 2010