La CUP se ha ofrecido a ERC y Junts para presidir el Parlament y asumir las responsabilidades necesarias también en la Mesa con el fin de garantizar los derechos del diputado Pau Juvillà y la defensa de la soberanía del Parlament, así como asumir colectivamente todas las decisiones que pudieran tener consecuencias judiciales. La formación anticapitalista ha informado sobre esta cuestión a su militancia mediante una circular que ha avanzado NacióDigital y a la cual ha tenido acceso ElNacional.cat. En la comunicación, los cupaires explican que durante este fin de semana mantuvieron conversaciones con ERC y Junts con el objetivo de encontrar una solución conjunta que permita garantizar la defensa de los derechos de los diputados, y fue en el marco de estas conversaciones donde plantearon la posibilidad: "Delante de ciertas reticencias, la CUP ha trasladado una propuesta a Junts y ERC que pretendía desencallar la situación y evitar que la represión fuera una arma arrojadiza entre partidos", escribe la formación.

Esta propuesta llega en pleno embate para mantener el escaño de Pau Juvillà, que la JEC le retiró el viernes pasado dando también un plazo de cinco días hábiles a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, para informar sobre las acciones que ha llevado a cabo para hacer efectiva esta medida. Hoy mismo se ha reunido la Comisión del Estatuto del Diputado, que ha aprobado —con los votos de ERC, Junts, CUP y comunes— un dictamen en que se compromete a mantener el escaño de Juvillà fijando como límite no afectar a los funcionarios del Parlament. Asimismo, el dictamen establece que como el Parlament ha presentado un recurso al Supremo contra la decisión de la Junta Electoral Central de retirarle el acta, todavía no se puede ejecutar esta decisión hasta que el tribunal lo resuelva.

Hoja de ruta independentista

En su escrito, la CUP también explica que se comprometieron a no continuar con la lista de la provincia de Lleida mientras se garantizaran los derechos de Pau Juvillà, y a explorar los escenarios políticos para que la situación representara un nuevo impulso para llevar el conflicto político con el Estado español más allá de la represión y fijar una hoja de ruta independentista que dibuje un horizonte para el país.

A pesar de este ofrecimiento, la CUP asegura que han topado con la negativa del resto de partidos y de la presidenta del Parlament: "Por este motivo y ante la negativa de situarse en un marco político que vaya más allá, creemos que el único compromiso que obtendremos será el de llegar hasta la sentencia firme de Juvillà", reconocen.

Marco unitario

Asimismo, aseguran que han tenido como prioridad en todo momento construir un marco unitario antirepresivo y que así seguirán trabajando, con la voluntad de evitar que la represión sea una arma arrojadiza entre partidos "y para recuperar la iniciativa política del independentismo, con la celebración de un nuevo referéndum de autodeterminación, ante la evidencia del fracaso de la mesa de diálogo con el gobierno del Estado".

Por último, explican que Juvillà y el resto de la CUP han expresado su voluntad de seguir defendiendo su escaño ante las injerencias de la JEC, y que por eso ayer propusieron que Carles Riera releve a Juvillà como secretario tercero de la Mesa: "El objetivo de esta sustitución es seguir realizando la tarea de que hacía Juvillà en la Mesa, garantizar la mayoría independentista y la defensa de los derechos de los diputados y la soberanía del Parlament, y también del escaño de Pau Juvillà".