La CUP ha escogido marzo. Artur Mas no será presidente con los votos de los cuperos y habrá que convocar nuevas elecciones en marzo. El Consell Polític y el Grup d'Acció Parlamentària han rechazado por 36 votos a 30 (otras fuentes hablan de cuatro votos de diferencia) la investidura del candidato de Junts pel Sí y actual presidente de la Generalitat en funciones.

Sin más tiempo ni margen para maniobrar, ahora se dejarán correr los plazos legales hasta el 10 de enero, fecha en la que quedará automáticamente disuelta la legislatura y convocadas nuevas elecciones para el mes de marzo, probablemente el día 6.

Hora y media de debate

La reunión se ha iniciado con unos 40 minutos de retraso, con los cardenales cuperos entrando en el centro cívico Pere Quart, barrio de Les Corts, casi como estrellas de cine en el estreno de una superproducción, tanta era la expectación mediática. Para un observador con espíritu deportivo, era una pasarela al revés. Cabeza abajo, capgirada, para decirlo con el lenguaje cupero.

Antes que nada, han estudiado si debatían cuatro propuestas alternativas presentadas por las asambleas territoriales.

Estas cuatro alternativas querían favorecer el consenso dentro de la formación, muy dividida, y dar continuidad a la legislatura y al procés. No ha trascendido más que su intención de compensar un posible apoyo a la investidura de Mas con un refuerzo del plan de choque que propone JxSí.

El debate de las cuatro propuestas de las territoriales se ha aceptado.

La primera legislatura 'indepe'

A las 13h todavía no tenían una decisión. Más de hora y media de debate previo habían sido en balde para llegar al consenso que querían los 93 tótems cuperos (68 de ellos con derecho a voz y voto) del Consell Polític y el Grup d'Acció Parlamentària reunidos en el centro cívico Pere Quart, en el barrio barcelonés de Les Corts.

Se veía a venir que el cónclave era tan cónclave como los del Vaticano y que acabaría a golpe de voto.

A las mismas 13 horas se han dado un descanso. La izquierda anticapitalista fuma mucho. Fumados y descansados, pues, han entrado de nuevo en la sala. Han cerrado las rejas del exterior con los periodistas y curiosos por fuera y se han puesto a decidir si Artur Mas sería o no sería presidente de la Generalitat.

Las propuestas de las territoriales han quedado tumbadas en la primera ronda, junto con la propuesta de dar dos votos y ocho abstenciones a JxSí para investir a Artur Mas. Han quedado vivas las dos alternativas del no: diez abstenciones o cinco votos sí y cinco votos no. Se había acabado la X legislatura, la primera de la historia de Catalunya con un Parlament de mayoría independentista.