Nueva denuncia internacional. La Assemblea Nacional Catalana ha vuelto a aprovechar una oportunidad para dar a conocer el CatalanGate y la situación que este caso ha desatado en Catalunya. Y lo ha hecho desde Viena, en Austria, el mismo país que hace solo unas semanas acogió a Carles Puigdemont para una charla similar. En aquella ocasión, el expresidente aprovechó una conferencia organizada por el Management Center Innsbruck, una prestigiosa escuela de negocios del país, para internacionalizar el procés. En este escenario, Puigdemont pudo compartir la voluntad soberanista de Catalunya y explicar el procés independentista vivido durante los últimos años, además de centrar gran parte de su discurso a las amenazas que vive la democracia en Europa. Y un ejemplo claro de eso es, precisamente, el CatalanGate.

Ahora ha sido el turno de los miembros del Secretariado Nacional de la Assemblea Carles Fité y Jordi Vilanova. Los dos han asistido este lunes y martes al Supplementary Human Dimension Meeting, a un foro de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que trata sobre el funcionamiento de las instituciones democráticas en tiempo de crisis. Los miembros han asistido a dos de las tres sesiones, donde se ha hablado de temas como el papel de las instituciones como guardianas de la democracia en tiempo de crisis o la importancia de la libertad de asociación y la libertad de prensa. En este sentido, han aprovechado el escenario para denunciar los abusos de las autoridades españolas contra las instituciones democráticas y los representantes electos catalanes, y las vulneraciones de los derechos humanos contra activistas independentistas, incidiendo especialmente en el Catalangate.

Jordi Vilanova ha explicado el caso catalán, remarcando que más de sesenta personas vinculadas al movimiento independentista, entre las cuales hay abogados, periodistas, especialistas en alta tecnología y familiares, así como Elisenda Paluzie y Jordi Sànchez, han sido afectadas. En aquel momento, Vilanova ha levantado su móvil y ha recordado a la sala las consecuencias de este espionaje: "De hecho, los servicios secretos españoles quizás escuchan todo lo que se dice aquí hoy, ya que mi móvil podría estar infectado con Pegasus, solo por representar a la Assemblea Nacional Catalana. Eso amenaza directamente mi derecho a la libertad de asociación y mi libertad de expresión, así como las de millones de europeos". No solo eso, sino que también ha afirmado que esta amenaza "tiene un efecto durísimo" sobre lo que él, o cualquier otro activista, periodista y opositor político, pueda decir "por miedo a las consecuencias", ha continuado.

Su intervención ha sido replicada por el representante de España delante de la OSCE, que ha hecho una valoración muy breve. Ha explicado que "se abordarán todas las cuestiones planteadas" por Vilanova sobre el CatalanGate y el espionaje a los independentistas desde el mismo Gobierno. Una afirmación que se contradice con la decisión del PSOE de pactar con PP, Vox y Ciutadans con el fin de evitar una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados y los muchos obstáculos que está poniendo para resolver el caso.

Paluzie ante las Naciones Unidas

Hace dos semanas, la presidenta de la Asamblea, Elisenda Paluzie, ya aprovechó un foro de las Naciones Unidas en un sentido similar, y se dirigió a la sala dos veces. En la primera ocasión, lo hizo para exponer cómo el CatalanGate ha afectado a su organización independentista: "Cinco miembros de nuestra organización, yo incluida, han sido víctimas del software espía Pegasus utilizado por las autoridades españolas para espiar masivamente al independentismo catalán". En la segunda ocasión, lo hizo para recordar que el Estado ha optado por investigar un movimiento pacífico de la disidencia política. "España, junto con Hungría y Polonia, representan por ahora los únicos casos de espionaje estatal dentro de la Unión Europea, y crean un precedente peligroso no solo para las minorías europeas, sino que también para las minorías nacionales de todo el mundo", ha alertado.