De nuevo la negociación in extremis ha salvado una votación más en el Parlament. Hace unas semanas fue la recuperación de la paga extra de los trabajadores públicos del 2012 y hoy ha sido el decreto ley de necesidades financieras del sector público y medidas urgentes en prórroga presupuestaria.

JxSí ha conseguido finalmente el apoyo de una parte de los diputados de la CUP, aunque estos en un principio querían abstenerse. El texto que ha presentado el vicepresident y conseller de Economia, Oriol Junqueras, ha salido adelante con los 61 votos de JxSí –un voto menos, a raíz del accidente de la diputada Muriel Casals– más 5 votos a favor de los cuperos.

Mientras que el resto de los miembros del grupo anticapistalista, presentes en el pleno, sí se han abstenido. Han sido: Joan Garriga, Anna Gabriel, Sergi Saladié y Mireia Boya, que ha llegado tarde en su primer día en el Parlament.

Una aritmética parlamentaria que responde al acuerdo de estabilidad que desencalló la investidura. Sin embargo, el voto diferenciado dentro de los cuperos, demuestra dos cosas: "lo facilitamos porque empezamos a aplicar la resolución del 9N", ha asegurado Eulàlia Reguant, es decir, todo por el proceso, pero avisa también que "las necesidades de la gente no pueden prorrogarse". Toque de atención por la necesidad de unas nuevas cuentas.

La oposición, ningún cheque en blanco

Toda la oposición (61 votos) ha votado en contra del decreto. Incluso, el grupo de CSQP, aunque habían dejado la puerta abierta a la abstención. En concreto, su líder, Lluís Rabell, después de reunirse con Puigdemont. No obstante, finalmente los argumentos de Junqueras para defender el texto no han conseguido convencer a la coalición de izquierdas.

En este sentido, Ciutadans y PP han ido de la mano para criticar la prórroga. "Nos encontramos ante un clásico, llevamos 6 años así, aquí estamos haciendo ordinario lo que es extraordinario", ha asegurado el popular Enric Millo, para acabar añadiendo que "eso da una mala imagen".

Desde C's también han hablado "de anomalía". Y el PSC tampoco se ha quedado corto. "Es un presupuesto viejo para una etapa nueva, no podemos avalar que continuemos sin un euro en las guarderías, recortes en salud...", ha esgrimido el diputado Oscar Ordeig.

CSQP, oposición, pero no obstrucción

De cara al futuro, la coalición de izquierdas ha dejado claro su posicionamiento. El diputado, Joan Coscubiela, ha asegurado que están dispuestos a negociar los presupuestos del 2016, sin embargo, avisa: "no desde la resignación ni el continuismo".

En este sentido, ha puesto sobre la mesa cuatro ejes para empezar a hablar: la impugnación de los objetivos de déficit, más ingresos (con políticas contra el fraude fiscal), discutir el gasto y poner fin a las privatizaciones.

Es más, Coscubiela ha apelado directamente Junqueras: "¿por qué no se compromete a tener las cuentas antes de Semana Santa?", de lo contrario, "no nos haga perder el tiempo", ha añadido. En este sentido, Junqueras se ha defendido alegando que "el Govern lleva tres semanas". Es evidente, ha explicado, que "no podemos traer los presupuestos", y ha replicado "que este no es el debate de hoy".

En referencia al decreto de prórroga presupuestaria que hoy ha convalidado el Parlament, Coscubiela espera que esta no sea una excusa, se alargue durante todo el año y sea "definitiva" si finalmente no se llega a un acuerdo para las nuevas cuentas, en referencia a las palabras que Junqueras, quien durante su intervención ha defendido en todo momento que el decreto era "una cuestión técnica".