En Junts per Catalunya lo tienen claro: si es por sus votos, Meritxell Batet no volverá a ser presidenta del Congreso de los Diputados. Según adelantan fuentes del partido a ElNacional.cat, no la votarán en la sesión constitutiva de este martes por la mañana. Lo justifican en su papel en la suspensión de los presos políticos. Otra cosa es el resto de votaciones de la Mesa. En las otras dos votaciones sí que están dispuestos a participar si es para parar los pies a la extrema derecha de Vox, a quien el PP mantiene la puerta abierta a prestarles votos.

"A Batet seguro que no la votamos. Se puso la toga de Marchena y suspendió a los presos, y resulta que en la sentencia cayó rebelión", justifican fuentes del grupo de JxCat. No obstante, dejan claro que están "para hacer cordón sanitario a Vox". Eso quiere decir que "si el resto de grupos se ponen de acuerdo para hacer cordón, entraremos".

La primera gran batalla de toda legislatura es la conformación de las Mesas del Congreso y el Senado, donde las izquierdas seguirán teniendo mayoría absoluta. Lo que está claro es que Meritxell Batet repetirá como presidenta del Congreso y que Pilar Llop sustituirá a Manuel Cruz en el Senado. También que los dos partidos --PSOE y UP-- mantendrán a las mismas personas en la cámara baja. La banda progresista la completarán: Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Sofía Hernanz (PSOE) y Gloria Elizo y Gerardo Pisarello (Unidas Podemos).

La incógnita es otra: ¿la extrema derecha de Vox conseguirá tener representación al máximo órgano de la cámara? Eso está en manos del PP de Pablo Casado, que ha decidido no hacer un cordón sanitario a los ultras. "Nuestra posición es que aquellos partidos que pueda tener representación en la Mesa del Congreso o del Senado de acuerdo a la tradición de las dos cámaras, si dependen de nuestros votos tendrán nuestro apoyo", decía Casado este lunes. Por primera vez en democracia la extrema derecha puede acceder a una alta institución como la Mesa del Congreso.