A dos semanas del debate de política general, que tendrá lugar del 2 al 4 de octubre, se mantiene la incógnita sobre cómo se resolverá la sustitución temporal de los diputados encausados impuesta por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. A estas alturas, JxCat y ERC siguen negociando contrarreloj para encontrar una solución y evitar un nuevo choque público entre los dos socios de Govern, como el que tuvo lugar el pasado mes de julio y que acabó suspendiendo el último pleno del curso político.

Por su parte, la CUP presiona para que el acuerdo llegue pronto y para que no se acepte la suspensión de Llarena, ya que consideran que sería renunciar a la "soberanía" del Parlament. De hecho, este lunes se produjo una reunión por este tema entre la JxCat y la CUP, donde los anticapitalistas les reiteraron su posición y los apremió a encontrar una solución. Los cupaires aseguran que no entenderían "en ningún caso" que el Parlament fuera "cómplice" de un "Estado que se atreve a pedir 30 años para poner urnas y se siente con la capacidad de modificar la aritmética parlamentaria".

El auto del magistrado afecta a seis diputados -Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Sánchez, Jordi Turull y Josep Rull- que tendrían que dejar de ser diputados, pero da una posibilidad que evitar que las mayorías parlamentarias se vean alteradas a través de una "suspensión temporal" de los diputados encarcelados y al exilio que comportaría que sus funciones fueran asumidas provisionalmente por otros integrantes del grupo, sin que perdieran para siempre su acta.

El auto no incluye al diputado de ERC Toni Comín, ya que el juez aceptó su petición para recurrir el procesamiento, pero una vez levantadas las medidas cautelares de la euroorden de extradición por parte de la justicia belga, el republicano tiene complicado argumentar su ausencia.

Diferencias que vienen de lejos

Tal como dejó claro el estruendo del mes de julio pasado, para JxCat una de las líneas rojas es que el presidente en el exilio, Carles Puigdemont, quede fuera de la suspensión. ERC, en cambio, considera que la decisión debe afectar a todos los diputados por igual, que se debe garantizar que los diputados no pierdan el acta y que se mantengan las mayorías parlamentarias.

Este fue uno de los principales elementos que provocó el choque entre las dos formaciones y, por eso, actualmente JxCat evita hacer público su posicionamiento hasta que se llegue a una acuerdo. Quieren evitar nuevas tensiones con sus socios. Con todo, las negociaciones están siendo herméticas y los dos partidos independentistas se niegan dar detalles de los avances.

Ahora bien, una de las opciones que en los últimos días se ha puesto sobre la mesa pasaría rechazar la suspensión de los diputados pero sin que éstos puedan votar en el pleno. Esta vía, sin embargo, alteraría las mayorías parlamentarias y dejaría el independentismo con 59 diputados.

La solución, pues, no es fácil. Si los diputados siguen teniendo el acta y votando en el pleno se estaría incumpliendo el auto de Llarena, con las posibles consecuencias jurídicas que eso podría comportar. Si se acepta la sustitución, se estaría acatando el juez.

Acuerdo por las comisiones

A pesar de las dificultades, este martes los dos partidos independentistas han dado un nuevo paso y han acordado mantener las actuales mayorías de la cámara a las comisiones. Después de que la semana pasada se produjeran varios empates que dejaron en stand-by el resultado de las votaciones, el máximo órgano de la cámara ha decidido este martes que se aplique el criterio de ponderación, según el cual se trasladan las mayorías del pleno a las comisiones para desempatar. De esta manera, la mayoría independentista ha reiterado que los diputados siguen siendo 135.

La decisión no ha gustado a PSC y Cs que han asegurado que si los diputados que tienen que ser suspensos ya no cobran como tal y han sido sustituidos a las comisiones, eso quiere decir que ya no se les puede contar. De hecho, los dos grupos han presentado un escrito de reconsideración a la Mesa.

Por lo contrario, fuentes de la mayoría independentista han defendido la decisión de mantener las mayorías a las comisiones porque "la composición del pleno la deciden los ciudadanos en las urnas", y han denunciado que "grupos que no han alcanzado la mayoría a las elecciones no pueden alcanzarla de otra manera".

Con todo, a JxCat y ERC les esperan dos semanas intensas de negociaciones para llegar al pleno del 2 de octubre con un acuerdo sólido y evitar una nueva crisis entre socios de Govern.