De todos los representantes políticos que han venido hasta los juzgados de Berga, sólo uno ha sido recibido con hostilidad. "Botifler", le han gritado a Jordi Turull, de Junts pel Sí, cuando ha salido de los juzgados después de dar su apoyo a Montserrat Venturós.

La detención que han realizado los Mossos esta mañana en casa de la alcaldesa y sin previo aviso a ningún diputado de la CUP y sin esperar que Venturós llegara al Ayuntamiento, ha despertado recelos entre la CUP y Junts pel Sí, que se han podido ver delante de la misma puerta de los juzgados.

Dentro de los juzgados, según ha podido saber El Nacional, Jordi Turull y Jordi Sánchez (ANC) se han quedado en la planta de entrada del edificio judicial, mientras que los concejales del Ayuntamiento de Berga y los representantes de la CUP, han bajado a esperar a Venturós en el pasillo de la sala de vistas. Turull y Sánchez no han bajado hasta que no ha acabado de declarar.

Fuera, los concejales y diputados de la CUP, encabezados por Anna Gabriel, han estado alejados de Jordi Turull, y éste ha tenido que responder a los reproches que ha hecho el abogado Benet Salellas por como se ha hecho la detención.

Turull ha sacado pecho diciendo que "nos quieren dividir, quieren que nos enfrentemos. No lo conseguirán y por lo tanto el tema de hoy es un Estado Español, el único d'Europa, que no ha condenado el franquismo porque está recuperando los peores tics del franquismo".

El Gobierno de Catalunya han dado pleno apoyo a la alcaldesa, ha recordado Turull. "Benet sabe perfectamente del lado de quién estamos", ha expuesto y ha destacado como adversario el Estado Español y no la CUP.

El diputado ha cerrado filas diciendo que si eso afectara a la negociación de los presupuestos, nos habrían ganado. Y ha incidido en el hecho de que lo que hace falta ahora "es hacerlo mejor, hacerlo más rápido, porque cuanto antes dejemos de depender del Estado español, mejor".

Con todo, Turull ha dicho que "alguien tiene interés en despistar el tema y los Mossos actúan como policía judicial". "El tema es quien da la orden", ha insistido.

Y ha atacado al Estado Español: "Eso no va de independencia si o no, eso va de democracia y sobre la libertad de expresión. El Estado español ha perdido absolutamente los papeles".