Un peculiar tiempo de espera se ha instalado en el Parlament mientras se van consumiendo los días para que se agote el plazo de dos meses antes de que se disuelva la cámara si no se inviste a un nuevo president de la Generalitat. En los pasillos ERC y Junts aseguran que están a la espera de seguir las negociaciones, pero que no hay encuentros agendados. Mientras tanto, dentro del hemiciclo los comunes han dado esta mañana por rotas las conversaciones con los republicanos hasta que estos no se comprometan a asegurar que Junts no entrará en el Govern.

Las posiciones se mantienen enrocadas. Los republicanos insisten en reclamar a Junts los cuatro votos para la investidura que comprometió el secretario general del partido, Jordi Sànchez; pero el partido de Carles Puigdemont insiste en que su apuesta es un pacto de gobierno y que sólo cederá los cuatro votos si hay un pacto ERC-comunes.

Estrategia "en paralelo"

No obstante, la reunión a tres que la CUP propició ayer para reconstruir el diálogo podría haber introducido algún cambio en las propuestas de unos y otros. Fuentes de Junts aseguraban esta mañana en los pasillos del Parlament que podrían estar dispuestos a que las propuestas sobre la estrategia independentista, que desde un primer momento han situado como condición para cerrar un pacto de gobierno, se situaran ahora en una negociación "en paralelo".

Esta propuesta surgiría del cuarto punto del acuerdo de mínimos pactado en la reunión con la CUP, que apuesta por "alcanzar un espacio para el debate de la estrategia independentista más allá del marco de la gobernabilidad".

La estrategia independentista que desde un primer momento reclama pactar Junts incluye el papel del Consell per la República y la coordinación independentista en el Congreso de los Diputados, dos de los temas que se han convertido en los principales escollos en las conversaciones.

Acuerdo de investidura

En cambio, Junts no acepta ceder los votos gratis para la investidura. De hecho, aunque Sànchez ha condicionado ceder cuatro votos para investir a Aragonès si hay un pacto entre ERC y los comunes, fuentes del partido aseguran que esta cesión difícilmente sería aceptada por el territorio. De hecho, el partido ha garantizado a la militancia que no facilitará un gobierno no independentistaJunts tampoco aceptaría, según aseguran los negociadores, sacar adelante la investidura de Aragonès y dejar para más adelante un acuerdo para entrar en el Govern.

En este contexto, los dos partidos ni tienen ningún encuentro previsto ni tampoco una reunión entre Aragonès y Sànchez para avanzar en las negociaciones.

 

En la imagen principal, dos de los negociadores de Junts, Josep Rius y Elsa Artadi, en una imagen de archivo ante la prisión de Lledoners / Eva Parey