Las opciones para sumar una mayoría que permita aprobar los presupuestos se va limitando. Este lunes por la mañana se agotaba el plazo a las 10:30 horas para presentar las enmiendas a la totalidad a las cuentas. Después de que lo hicieran Vox, la CUP, los comunes, Ciutadans y el PP, este año se ha sumado Junts per Catalunya, tal como ha adelantado Catalunya Ràdio y ha podido confirmar ElNacional.cat. De hecho, los juntaires ya enmendaron a la totalidad la ley de acompañamiento el martes. El pasado jueves, el ejecutivo y los juntaires celebraron una cuarta reunión para negociar los presupuestos y que evidenció la distancia entre los exsocios de Govern. Hay algunos aspectos sectoriales donde podía haber entendimiento, pero lo que suponía una línea roja para Junts era la fiscalidad y, más concretamente, la eliminación del impuesto de sucesiones, aspecto en el que el ejecutivo de Esquerra Republicana se ha negado a ceder.

Fuentes de Junts señalaban que, para ellos, era "muy importante" que el Govern hiciera "algún movimiento" en la propuesta de bonificar al 99% este tributo: "Parece que no se quieren mover y tenemos la sensación de que prefieren no pactarlos con nosotros, aunque pueda suponer no tener presupuesto". En este sentido, descartaban hacer una "adhesión" sin que hubiera cambios por parte del ejecutivo. Según explican desde el partido de Jordi Turull y Laura Borràs, esta modificación tributaria implicaría una pérdida recaudatoria de 350 millones, cifra que, defienden, el Govern ha reconocido que tendría este impacto.

Las conversaciones con los comunes se mantienen

Descartados los 31 votos del grupo liderado por Albert Batet, al Govern solo le queda intentar que los comunes retiren su enmienda a la totalidad o bien no lo avalen durante el pleno de este miércoles. El 13 de marzo será la prueba de fuego para los presupuestos: si superan el debate a la totalidad, seguirá adelante su tramitación parlamentaria y se podrían aprobar durante el pleno del 9 al 11 de abril. Ahora bien, si las enmiendas a la totalidad suman mayoría absoluta (como la tendrían ahora mismo), el proyecto de presupuesto decaería. En este sentido, las conversaciones y negociaciones entre el ejecutivo y los comunes se han intensificado a lo largo de estos últimos días para encontrar una solución.

El grupo de Jéssica Albiach pone como condición que se frene el proyecto del Hard Rock. Por su parte, el Govern asegura que, si lo hiciera, podría haber un riesgo indemnizatorio y, al mismo tiempo, defiende que no puede detener una tramitación administrativa. El miércoles, durante la sesión de control, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, afirmó que si paralizaran el proyecto, perdería el apoyo del PSC a los presupuestos y, por lo tanto, tampoco se podrían aprobar.