El Ayuntamiento del Port de la Selva ha tenido que retirar la pancarta de 'Libertad peces pacíficos' que estaba colgada en el balcón del consistorio después de que la Junta Electoral enviara un requerimiento personal al alcalde, Josep Maria Cervera. En este documento, Cervera ha afirmado que la Junta Electoral lo acusaba de hacer "un intento grotesco de burla" sobre la prohibición de colgar pancartas en defensa de los presos políticos a los ayuntamientos.

Este lunes, el alcalde recibió un nuevo aviso que si en un plazo de 24 horas no sacaba la pancarta, darían órdenes a los Mossos d'Esquadra para que la descolgaran ellos. Finalmente, los vecinos fueron al Ayuntamiento y pidieron al alcalde retirarla para evitar problemas al alcalde, pero los habitantes ya han avanzado que buscarán un edificio de propiedad privada para colgarla.

El nuevo requerimiento de la Junta Electoral de Figueres llega desprendido de la denuncia de Ciutadans a varios municipios del Alt Empordà que tenían pancartas, lazos amarillos y esteladas colgadas en la fachada de los edificios consistoriales. Ante el primer requerimiento, Port de la Selva optó por retirar la pancarta en defensa de los presos políticos.

Por su parte, los vecinos tuvieron la idea de colgar un nuevo lema en que se reclamaba la libertad de los "peces pacíficos" e incorporaba un lazo de color azul al lado. De todos modos, en el nuevo requerimiento que recibió a Josep Maria Cervera, la Junta Electoral "asimila la nueva pancarta con los lazos amarillos", ha detallado al alcalde.

Aun así, Cervera presentó un recurso afirmando que aquella pancarta sólo quería reivindicar "el derecho de expresión", pero este no prosperó. Por eso este lunes recibió un ultimátum y daban 24 horas al alcalde para quitar el nuevo mensaje o abrirían un expediente de sanción y enviarían toda la documentación a la fiscalía para que decidiera si abría diligencias.

En el momento en que los vecinos conocieron este ultimátum, se presentaron en el Ayuntamiento para retirar de forma voluntaria la pancarta que ellos mismos habían pedido colgar. De esta manera, evitaban que el alcalde pudiera incurrir en un delito. De todos modos, estos han adelantado que buscarán un balcón de propiedad privada para colgarla otra vez.