La Junta Electoral de Lleida (JEL) vuelve a dar la razón a Vox y obliga al alcalde de Lleida, el paer Miquel Pueyo, a retirar los símbolos a favor de los presos y exiliados políticos del consistorio. Vox se jacta de que la JEL les ha hecho caso. Ahora, Pueyo tiene un plazo de 48 horas para que retire de la fachada del Ayuntamiento los símbolos, como lazos amarillos o una pancarta en que se puede leer "Libertad presos politics y exiliadas".

La decisión se remite a la respuesta de la JEC en anteriores ocasiones, empezando por la inhabilitación del president Quim Torra. Así pues, "la JEC recuerda que estos símbolos partidistas no pueden ser utilizados por los poderes públicos, que tienen que mantener una rigurosa neutralidad política". La decisión llega, incluso, antes de la campaña electoral y justifica que "la igualdad en el sufragio es esencial en la representación democrática y los poderes públicos están al servicio de todos los ciudadanos".

Silencio de Pueyo

Si el consistorio no la retira, la Junta advierte de que Pueyo podrá "incurrir en un delito de desobediencia". Tanto la Paeria, el alcalde Pueyo, como Esquerra no se han pronunciado.

Sí lo ha hecho Vox desde su portal web. La cruzada de la ultraderecha contra los consistorios ya viene de lejos. Vox Tarragona también presentó una denuncia ante la Junta Electoral contra el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, y contra "toda aquella otra persona que resulte responsable del equipo de gobierno" por la pancarta que hay colgada en la fachada del Ayuntamiento con el lema "Libertad presos políticos".

La formación considera que esta "exhibición de propaganda ideológica" vulnera la neutralidad del consistorio, el cual defiende que "tiene que representar a todos los tarraconenses y no sólo una parte", según señala la presidenta provincial de Vox, Isabel Lázaro.

Vox avisa al alcalde de ERC y a todos aquellos que defiendan la libertad de los presos independentistas que denunciará "cualquier acto que vulnere la neutralidad política" durante el periodo electoral del 14-F y que levantará "un dique de contención" ante la "limitación de derechos y libertades".

Vox pide la retirada de una pancarta aprobada democráticamente. El pleno aprobó que se colgara la pancarta en la fachada. Después de dar cumplimiento a la prohibición del órgano electoral, Ricomà agradeció la constancia y el convencimiento de los trabajadores municipales que cada día, durante una hora, mostraron la pancarta reivindicativa desplegándola ante las escaleras del Ayuntamiento hasta que se volvió a colgar. Su acción, bajo el lema #SomBalcó, tenía como objetivo dejar patente su rechazo a la represión del estado español.