Es la primera vez que el vicepresident del Govern y conseller de Economia, Oriol Junqueras, habla públicamente sobre las afirmaciones del juez Santi Vidal, que el viernes pasado agitaron todo el mundo político a nivel catalán y estatal.

Lo ha hecho en RAC1, donde ha justificado su dimisión asegurando que "es una persona que se ha explicado muy mal y que ha asumido su responsabilidad", mientras que ha subrayado que desde el Govern no comparten "su manera de explicarse" que, según él, "no se ajustaba a la realidad".

Insistiendo una y otra vez en que el Govern no ha cometido ninguna ilegalidad desde el punto de vista económico, y destacando que "la Generalitat tiene los datos de los catalanes que puede tener", el vicepresident ha mostrado su tranquilidad en este terreno soltando "que investiguen lo que quieran" porque "tenemos confianza plena que lo que hacemos lo hacemos bien".

Ir a votar...

Precisamente por eso, Junqueras ha querido dejar claro que "nosotros disponemos de bastantes datos como para hacer el trabajo del censo" y ha ratificado que el Govern "todo lo que hacemos lo hacemos en el marco legal y lo estamos haciendo muy bien".

Y es que el ejecutivo catalán sigue trabajando sin pausa en la celebración de un referéndum, un referéndum en el que, insisten, tendría que ir a votar a todo el mundo, tanto si es para el 'sí' como si es para el 'no'.

A pesar de eso, el vicepresident se ha lamentado de que en vez de hacer campaña también para el 'no', "algunos quieren secuestrar la participación pidiendo a la gente que no vaya".

...antes del verano

Si el objetivo del Estado con la Operación Diálogo marcada por la judicialización de la política era retrasar cuanto más tiempo mejor la posible celebración de un referéndum, le ha salido el tiro por la culata. El también conseller de Economia ha abierto la puerta a hacer el referéndum antes del verano, y más todavía después de que la CUP dijera 'sí' a los presupuestos, aunque ha querido dejar claro que antes "tenemos unos compromisos y tenemos que cumplirlos".

El problema, sin embargo, es que el expresident Artur Mas y las exconselleres Joana Ortega y Irene Rigau están en las puertas del juicio por haber puesto las urnas el 9-N -Junqueras todavía tiene que decidir si los acompañará o no-, y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, está pendiente de que el Tribunal Superior de Justícia (TSJC) lo acabe juzgando, y eso es un atenuante más para el Govern para sacar adelante y cuanto antes mejor el procés.

Y es que para Junqueras, "si inhabilitan a Forcadell, algún tipo de respuesta tenemos que ser capaces de dar" y, entre todas las posibilidades, una podría ser avanzar el referéndum porque "no se entiende en ningún sitio que inhabiliten a una presidenta de un Parlament para permitir una votación" y, además, "la actitud del Estado es muy poco permeable, no es nada sensible y tiene una actitud opuesta".