Catalunya quiere negociar su independencia haciéndose cargo del 11% de la deuda pública del Reino de España, según ha explicado el vicepresidente y conseller de Economia, Oriol Junqueras, a Global Capital, un servicio de noticias y datos económicos de referencia de la City de Londres (antes Euromoney). Un acuerdo en estas condiciones levantaría de golpe del 99% al 111% la proporción de deuda pública española sobre el PIB.

"El criterio que nuestro gobierno preferiría en la negociación con el Estado español sobre la cantidad de la deuda pública de la que debemos hacernos cargo es el gasto estatal efectivo en Catalunya, en lugar de nuestro PIB, la demografía o el lucro cesante. [El criterio del] gasto del Estado es el que más se utiliza en derecho internacional. Equivaldría al 11% del billón de euros de la deuda pública de España", dice Junqueras. Es decir, 110.000 millones.

'Divorcio pacífico'

Esta cifra, la más beneficiosa para Catalunya, es el extremo inferior de la valoración. El vicepresidente ya lo ha explicado antes. En el extremo superior alcanzaría el 21%, porcentaje que refleja el esfuerzo fiscal de Catalunya sobre el total del estado. Este criterio elevaría a 210.000 millones de euros la deuda de la que Catalunya debería hacerse cargo. Era la estimación que Junqueras usaba en el pasado.

Los restantes cálculos que menciona toman como base el porcentaje de la población catalana (16% del conjunto de España) o la parte del PIB que aporta Catalunya (19%).

Más deuda

A la cantidad que se pacte habría que añadir los 68.000 millones de euros de deuda pública firmados a nombre de la Generalitat de Catalunya, equivalentes al 34% del PIB catalán y de los que el Gobierno español es el principal acreedor vía el FLA: tiene el 58% (39.500 millones).

El vicepresidente insiste en los argumentos que ya ha utilizado para defender que los mercados y las instituciones financieras recibirán bien la independencia de Catalunya: una república catalana será un cliente más fiel y más seguro que el Estado español. Insiste también en que quiere un "divorcio pacífico".

Mercados en guardia

Catalunya "ya no es un asunto interno [español]", dice a Global Capital Matthew Cairns, estratega en deuda soberana del banco holandés Rabobank. "Si la amenaza de separarse se transforma en riesgo real, no sólo afectará a la unidad de España, sino a los cimientos de la Eurozona", añade.

Los mercados de la deuda soberana, sin embargo, no parecen descontar una independencia pronta. El bono español a 10 años mantiene sus retornos, además de que la última oferta de 9.000 millones de euros españoles se vio desbordada por un volumen de órdenes de compra por valor de 29.000 millones.

Optimismo y ratings

Los analistas que consulta Global Capital, avisan de que es cuestión de foco: los mercados ahora no están por Catalunya, sino con los precios del petróleo, la política de la Reserva Federal o la crisis china. Todo eso, sin embargo, puede cambiar en función del ruido que Catalunya haga, explican.

Junqueras es optimista en que una Catalunya sin España se desempeñará mejor. "Catalunya tiene ahora mismo los niveles de exportación más altos de su historia –un tercio del PIB–, los ingresos del turismo, la inversión extranjera directa...".

Sobre los bajos ratings de la deuda catalana, el vicepresidente argumenta que estas calificaciones apenas reflejan la mala gestión que España hace "de nuestros impuestos" y no "nuestro potencial".