"La ocupación de los colegios fue el primer paso para ejecutar el referéndum. Se hicieron fiestas de la música, fiestas pijama y chocolatadas nocturnas". Así empezó todo, según el jefe de la Brigada de Información de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Catalunya, Manuel Quintela, que hoy ha abierto la sesión en el Tribunal Supremo.

Cuando el abogado de Joaquim Forn, Xavier Melero, le ha preguntado, sin embargo, ha admitido que sólo hicieron un informe ante estas actividades sin cerrar los centros. "Estábamos en un clima de desconfianza que iba creciendo", ha dicho justificándolo, y ha explicado que fue esta situación la que provocó que el 1-O la policía española decidiera actuar por encima de los Mossos d'Esquadra.

El comisario de la policía española ha calificado de "ambiente prerrevolucionario" la situación que se vivía días antes del referéndum del 1 de octubre en Catalunya.

Quintela ha ido describiendo las entradas a los colegios para requisar el material el 1-O y las agresiones que recibió la policía, como un "golpe con una urna en la cabeza", una urna de plástico. Con todo, ha admitido a preguntas de Vox que esta actitud no fue generalizada.

También ha justificado el lanzamiento de pelotas de goma y la lesión en el ojo a Roger Español: "Intentaron noquearlos, cuando salían con el material fueron perseguidos durante metros y en esta salida complicada hicieron uso del lanzamiento de pelotas y una causó lesiones a un manifestante hostil que, por cierto, estuvo en primera fila, e hizo cinco agresiones directas a agentes policiales".

También ha explicado que el jefe del dispositivo fue quien atendió al hombre que tuvo un infarto.

El jefe de la Brigada de Información de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Catalunya ha explicado la actuación al Departament d'Ensenyament, donde estaba la consellera Clara Ponsatí, que, según Manuel Quintela, "estuvo dirigiendo la resistencia a la actuación policial".

De hecho, el comisario ha dicho que los mismos Mossos d'Esquadra intentaron impedir la acción policial a favor del referéndum en algunas escuelas: "Teníamos la oposición de los Mossos, que obstaculizaron nuestra tarea. Un policía con los brazos en cruz intentó impedir la entrada de los funcionarios gritando 'dejadlos votar'".

"El objetivo era retrasar la entrada", ha descrito cuando le ha preguntado la Abogacía del Estado, a quien Manuel Marchena ha alertado unas cuantas veces por inducir las respuestas del testigo.

Entre los centros más complicados, Manuel Quintela ha enumerado la Escuela Mediterrània, el Instituto Pau Claris y la Escuela Pia Sant Antoni. También ha explicado que los Mossos pidieron refuerzos en 233 colegios que ya estaban abiertos y donde no se había impedido que se hiciera el referéndum. El comisario ha justificado su intervención por la "inacción e ineficacia" de los Mossos d'Esquadra.

"El binomio era absolutamente insuficiente y se constituyeron las mesas y abrir los colegios como una votación normal", ha destacado. Quintela ha cuantificado en 72 a los policías españoles heridos y en 271 las comunicaciones de los Mossos d'Esquadra sobre la ubicación de las unidades del CNP en Barcelona el 1-O, denunciando un seguimiento encubierto. Y ha expuesto que había instrucciones de utilizar el "canal 21", que era directamente el teléfono móvil.

Ataques al PSC

Según el jefe de la Brigada de Información, durante los días previos al 1-O hubo 37 ataques a sedes del PSC y a alcaldes porque no habían cedido los locales.

El asedio a la CUP

El jefe de la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía de Catalunya, Manuel Quintela, ha declarado que el asedio a la CUP acabó siendo una fiesta. Con estas palabras se ha referido a la situación que se vivió el 20 de septiembre delante la sede de la CUP, cuando el CNP irrumpió sin orden judicial y centenares de personas se concentraron en la calle para impedir la entrada ilegal en el local.

Quintela ha descrito que la policía dejó libertad deambulatoria, pero que los manifestantes "arremetieron violentamente" contra la policía, que "dieron golpes a los agentes" y que el CNP tuvo que lanzar salvas "porque estaban rodeados y lanzaban objetos". Y en este sentido ha descrito una "actitud violenta hacia la policía".

En la única resolución judicial dictada en relación con el asedio de la CUP de la sección 10 de la Audiencia Provincial de Barcelona que ha ordenado investigar la actuación policial no hay manifestantes imputados ni investigados.

Entre los objetos requisados había más de 7.000 carteles del partido político con lemas como: "Vota si vivir quiere decir tomar partido, "La República está en nuestras manos", "1-O, la República desde abajo", "El agua es de todas y la repartimos entre todas" (de una campaña a favor de remunicipalizar la gestión del agua), también adhesivos de la campaña de agua, sombreros y petos correspondientes a las diferentes Diades del 11-S.