Culpables, culpables, ni que sea de desobediencia. Es el mensaje que se escapa de la mayoría de portadas que tienen el juicio entre sus temas. Hay dos en que los alegatos de las defensas de ayer no dicen nada. La de ABC, que hace un cartel con Pedro Sánchez y Pablo Casado chocando las manos con un titular donde afirma que el líder del PP dice "no" al socialista —otro caso de disonancia entre la foto y el titular. La de La Razón tiene espacio para escandalizarse en portada que las señales de tráfico en Catalunya estén escritos en catalán —quizás los querrían también en tagalo— bajo el antetítulo "Adoctrinamiento en Catalunya y Baleares", en extraña asociación.
Entretanto, sólo El País subraya los pactos entre Ciudadanos, PP y Vox en la Asamblea de Madrid. El resto de la prensa de Madrid hace lo imposible por esconderlo, como El Mundo, que castiga un día más a a abogacía del Estado por no sumarse a la dureza rocosa de la fiscalía.
Como sea, parece que hay gran interés al subrayar que las defensas de los presos políticos aceptan la desobediencia, como hacen La Vanguardia, El Periódico y Ara, como queriendo decir qué más queréis, si "se abren" a la desobediencia. Al menos Ara menciona el argumento central de los cuatro abogados defensores de ayer: las acusaciones no han probado la rebelión, ni la sedición ni la malversación, que son el meollo del juicio. Parece que esos diarios no lo hayan oído o que todo su afán sea encontrar algún delito que permita castigar a los acusados del 1-O. Siete horas de defensa para tan poco titular. Esconder los pactos de la derecha con Vox e invisibilizar a las defensas son realmente ganas de coger el rábano por las hojas.
