Hoy en el juicio al mayor Josep Lluís Trapero declara Tácito. No es el historiador, senador, cónsul y gobernador romano. Es Daniel Baena, el de la investigación del procés. El responsable de todos los atestados, los del 20-S y los del 1-O que derivó en una causa general contra el independentismo y ente los juicios del Tribunal Supremo, primero, el de la Audiencia Nacional, ahora y los que todavía faltan por venir en el TSJC y a la Audiencia de Barcelona.
Daniel Baena está citado a declarar hoy y mañana. Seguramente no lo veremos porque preguntará, como ya hizo en el Tribunal Supremo, de preservar su imagen, pero sí que lo oiremos. En el Tribunal Supremo donde declaró como testigo el 26 de marzo afirmó que se investigaba la sedición desde el 2016. También dijo que él no era Tácito, la cuenta de Twitter cargava contra todo el procés independentista. El abogado de Junqueras y Romeva, Andreu Van den Eynde, le preguntó directamente si es él y si publicó en su perfil de Facebook y al de Instagram la misma foto de Tácito. Pero Daniel Baena dijo que no recordaba haber publicado la foto de la serpiente de cascabel enroscada.
La cuenta se dedicaba a cargar contra políticos que él mismo investigaba en las causas abiertas contra el 1 de octubre y también cuestionaba periodistas y los Mossos.
Veremos si este lunes alguien le pregunta si es Tácito y qué responde.
Baena también tendrá que afianzar la declaración que hizo en el Supremo, donde aseguró que en ningún momento se detectó ningún movimiento violento durante la investigación. Y eso vuelve a ser clave en este juicio porque es lo que determina el delito de rebelión.
De todo el análisis de correos y llamadas no se desprende en ninguna conversación de que hubiera ninguna incitación a la violencia. Lo dice el mismo Daniel Baena, que también admite que a nivel personal sí que puede corroborar que en las conversaciones se hablaba siempre de movimientos pacíficos.
De lo que sí que habló Baena es de insurrección. El teniente coronel sitúa el "periodo insurreccional" entre el 1-O y el 27-S. Y durante este tiempo hay 43 asedios en cuarteles de la Guardia Civil "donde hay niños", según su testimonio en el Tribunal Supremo. "La situación en Catalunya era un polvorín. Aquellos días todos los policías que teníamos un mínimo de responsabilidad sabíamos que cualquier incidente pequeño podía derivar en una escalada incontrolable, y afortunadamente no fue así. Hubo 193 cortes de carreteras y vías de tren desde la aplicación del 155", dijo en el juicio en el Tribunal Supremo.
Su testimonio también servirá para contrastar si la Guardia Civil avisó a los Mossos d'Esquadra de los registros del 20-S. El mes de marzo, en el otro juicio, aseguró que se avisó a los Mossos d'Esquadra del dispositivo a las 7.50 h, tal y como establece el protocolo de coordinación entre policías en Catalunya.