Esta semana tenía que empezar el juicio de los papeles de Bárcenas, con la declaración de los principales acusados. Pero no pudo pasar de las cuestiones previas. El motivo: uno de los principales acusados, el exgerente del Partido Popular Cristóbal Páez, se encontraba confinado en casa por haber dado positivo de coronavirus. Desde su domicilio siguió, de forma telemática, las sesiones del lunes y martes. El tribunal de la Audiencia Nacional aceptó un aplazamiento breve, hasta el martes que viene. El lunes que viene está previsto que se analice su estado de salud por si se puede reprender. Pero todo apunta que no será así. Como consecuencia de la covid, Páez ha sido ingresado en el hospital.

Así, el segundo juicio de Bárcenas se encuentra más en el aire que nunca. El exgerente popular ha visto cómo su estado de salud se agravaba durante el transcurso de la semana, y ha acabado en un ingreso hospitalario por fiebre alta y neumonía. Su abogado, Gonzalo Martínez-Fresneda, ya ha comunicado esta circunstancia al tribunal que lo juzga, que tendrá que decidir sobre la suspensión. La fiscalía pide 18 meses de prisión para Cristóbal Páez por el pago de las obras de la sede de Génova con dinero negro proveniente de la caja B del partido.

El aplazamiento ya impidió la declaración del extesorero Luis Bárcenas en plena campaña electoral catalana, un hecho que querían evitar como fuera desde el PP después de que pusiera en marcha el ventilador. En su escrito en la Fiscalía Anticorrupción la semana pasada, Bárcenas relataba cómo el partido conservador se financió ilegalmente durante casi tres décadas, entre los años 1982 y 2009. Lo hacía a través de donaciones de empresas –que sobrepasaban los límites legales de la ley de partidos– y algunas de estas tenían contraprestaciones a cambio de suculentos contratos públicos. Y señalaba directamente al expresidente Mariano Rajoy, que lo sabía todo.

¿Qué se juzga?

El objeto de esta pieza es el pago de la reforma de una parte de la sede del Partido Popular, en la calle Génova 13 de Madrid, con 900.000 euros de dinero negro procedente de la caja B del partido, donde entraba dinero irregular de grandes empresas y también salían sobresueldos a los principales cargos del partido. Una contabilidad paralela que se prolongó, como mínimo, dos décadas. El juicio también busca aclarar si el PP cometió delito fiscal al no declarar las donaciones presuntamente ilegales de empresarios y si Luis Bárcenas, entonces tesorero de la formación, se quedó con una parte de ese dinero. Está previsto que el juicio se alargue hasta el mes de mayo.

¿Quién está acusado?

Luis Bárcenas es el principal acusado. Ya cumpliendo una condena de 29 años de prisión por la primera época de la Gürtel, ahora se enfrenta a cinco años más por los delitos de apropiación indebida, contra la Hacienda Pública y falsedad documental. Lo acompañarán en el banquillo de los acusados el exgerente del PP Cristóbal Páez y tres responsables de la constructora que llevó a cabo las obras de Génova. Pero el PP como organización se enfrenta a una nueva condena como responsable civil subsidiario de los delitos investigados. En cambio, no se sentarán en el banquillo de los acusados, pero sí en el de los testigos, personas clave como los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy; los exsecretarios generales María Dolores de Cospedal, Javier Arenas, Francisco Álvarez Cascos y Ángel Acebes, o el expresidente del Senado Pío García Escudero, entre otros. No están acusados, pero Bárcenas apuntará previsiblemente contra ellos.