Los Mossos d'Esquadra que abatieron al conductor de la furgoneta del atropello masivo en la Rambla de Barcelona el 17 de agosto del 2017 han revivido los hechos hoy en la séptima sesión del juicio por los atentados.

Los dos agentes no han sido reconocidos como víctimas de los atentados terroristas ni tampoco los han condecorado por abatir al último terrorista que quedaba por detener de la célula y que, además, conducía la furgoneta de la Rambla. Younes Abouyaaqoub estuvo huido cuatro días, poniendo el país en alerta. Los dos agentes lo encontraron en Subirats, de cara, con lo que parecía un cinturón de explosivos, y lo abatieron a tiros hasta causarle la muerte.

"Me hundí emocionalmente", ha dicho uno de los agentes, que ha admitido que se veía "mutilado" en medio de una explosión. Los dos son agentes de Seguridad Ciudadana. No pertenecían a ninguna unidad especializada ni de élite. E iban sólo armados con la pistola reglamentaria.

Los agentes no tuvieron tiempo de recibir la respuesta de la central a la que habían informado de la presencia de un sospechoso. "Empezó a correr hacia donde estábamos nosotros", ha relatado uno de los mossos. "Empezamos a gritar 'detente, al suelo'. Corría haciendo eses. Viendo que no desistía de su ataque hacia nosotros, empezamos a disparar. Seguía corriendo. Y a 10 o 12 metros cayó. Hice un cambio de cargador. Se reincorporó. Disparé dos o tres veces más. Cayó", ha declarado ante el tribunal.

"Me di cuenta de que estaba con las dos rodillas en el suelo. Se hizo un silencio inmenso y sólo esperaba que soltara el detonador, estallara y muriéramos"

"Se levantó la camiseta y nos mostró un cinturón metálico. Le dije: 'quieto, al suelo, al suelo'", ha expuesto el otro mosso que se encontró cara a cara con Younes Abouyaaqoub.

La imagen que me viene de forma continua es una explosión inminente. Sabía que no había escapatoria. Me vi mutilado, horrorizado, por el lugar donde estábamos

Visiblemente afectados, los dos agentes han recordado aquellos segundos que les hubieran podido costar la vida.

 

 

Abouyaaqoub llegó a Subirats, donde lo encontró la policía y lo abatió, después de 4 días de huida, haciendo más de 50 kilómetros a pie, y cambiándose la ropa.

Los dos Mossos d'Esquadra que lo abatieron son agentes de Seguridad Ciudadana que, a pesar de los daños psicológicos que todavía arrastran, no han sido reconocidos como víctimas de terrorismo ni tampoco condecorados por las administraciones. Tampoco por la catalana. Hoy el director general de la Policia, Pere Ferrer, responsable político de los Mossos d'Esquadra, ha presenciado su relato en directo desde la sala de vistas de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, donde se hace el juicio.

La huida de Barcelona y el asesinato de Pau Pérez

Hoy también se ha revivido el momento en que Younes Abouyaaqoub huyó de Barcelona robando el Ford Focus y matando a Pau Pérez. Abouyaaqoub sorprendió a Pérez en Zona Universitària, abrió el coche justo cuando todavía estaba dentro después de aparcar, le clavó un cuchillo y lo dejó muerto dentro del vehículo, en el cual se saltó un control policial a la salida de Barcelona.

"Tuvo mucha suerte", ha dicho uno de los agentes que disparó al vehículo para intentar pararlo. Los tiros impactaron en el reposacabezas del asiento y el terrorista salió de Barcelona dirección a Sant Just Desvern, donde abandonó el vehículo.

Hoy se han podido ver las fotografías que reconstruyen la ruta y los movimientos de Younes Abouyaaqoub.

 

Desde el jueves, 17 de agosto, a las 19 h, hasta el lunes, 21 de agosto, a las 15.30 h, nadie tiene ninguna noticia de Younes Abouyaaquob. La última vez que lo ven es conduciendo el coche que se salta el control de la Diagonal y en Sant Just Desvern un testigo lo ve salir del vehículo y marcharse corriendo. Pero ni siquiera había la certeza hasta aquel fin de semana que realmente este fugitivo, que asesinó al conductor del coche, fuera el mismo que poco más de una hora antes condujo el camión de la Rambla atropellando a más de 100 personas y causando la muerte de 14.