La jueza de Catarroja que instruye la causa penal sobre la gestión de la DANA de València ha citado a declarar como testigos a los escoltas y al chófer que estuvieron al servicio de Carlos Mazón, el presidente en funciones de la Generalitat Valenciana, entre las 15 y las 21 horas del día 29 de octubre de 2024. La magistrada considera necesario saber si estos testigos “efectivamente pudieron oír algunas de las llamadas o los comentarios a raíz de ellas”, en alusión al jefe del Consell y a la entonces consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, una de las dos personas imputadas en la causa. La jueza instructora entiende que es extrapolable en este caso los argumentos de la Audiencia Provincial, que ordenó la declaración como testigo de Maribel Vilaplana, la periodista que comió con Carlos Mazón el día de la DANA. Los escoltas de Mazón aquel día, en el que murieron 229 personas en València, fueron posteriormente condecorados entre 86 agentes de la unidad de la policía española adscrita al País Valencià.
Aun así, la jueza ha decidido no citar a los ujieres del Palau de la Generalitat, porque entiende que “la posibilidad de que pudieran haber oído algún tipo de comunicación es muy escasa” y ya se ha acordado “la obtención de imágenes de la entrada de Carlos Mazón al Centro de Coordinación de Emergencias, con constancia de la hora de su llegada”. La jueza argumenta su decisión en que considera “perfectamente plausible” que Mazón pudiera haber sido informado del envío del mensaje ES-Alert, que llegó a la población a las 20.11 horas. Y lo argumenta desde el acta notarial que aportó la exconsellera Salomé Pradas con todas las llamadas que hizo y recibió aquella jornada.
Se podría haber informado del envío del ES-Alert
La jueza sostiene en su auto que “a medida que avanzaban las horas, la necesidad de actuación se habría convertido en más imperiosa para Pradas, dado el largo tiempo en la toma de decisión de la alerta, y el mismo criterio se ha de aplicar respecto de la voluntad de contactar con el presidente, cosa que efectivamente no se pudo hacer hasta en tres ocasiones”. “De esta voluntad de contactar dan buena fe las llamadas a las 16.29, 19.10 y las 19.36 horas, las cuales aparecen como llamadas canceladas en el acta notarial”, subraya la instructora. Mazón llamó a Pradas a las 19.43 horas y de nuevo a las 20.10 horas, un minuto antes de que se materializara el envío del ES-Alert. Por los registros aportados esta semana al juzgado se sabe que el envío del mensaje ES-Alert tardó en hacerse dos minutos y 35 segundos, de manera que, “el hecho de que Carlos Mazón pudiera informarse sobre el envío inminente del ES-Alert, es perfectamente plausible”, según la instructora. Por ello, considera “plenamente necesaria” la comparecencia de los escoltas y el chófer del presidente aquella jornada, por si le oyeron comunicarse con Pradas o hacer algún comentario a raíz de estas conversaciones.