El conseller Josep Rull ha concedido este miércoles su primera entrevista desde que dejó prisión, donde ha llamado a "utilizar" estas elecciones para volver a la "normalidad" y restablecer así el Govern, todavía con algunos de sus miembros entre la prisión y Bruselas.

Rull ha defendido en El Matí de Catalunya Ràdio que el 21-D también tiene que servir para "ganar la dignidad" ante un Estado que quiere "humillar" la institución de la Generalitat. El conseller asegura que ya lo intentaron hacer -sin éxito- con él y el resto de miembros del Govern encarcelados, y que ahora querrían hacer lo mismo con el president Carles Puigdemont y los consellers presentes en Bélgica. "No se puede escarnecer la dignidad de un Govern, de una institución", ha querido dejar claro.

Todavía sobre las elecciones, Rull no ha querido decir si JuntsXCat investiría a un presidente de ERC en caso de que, como dicen las encuestas, fuera el partido más votado. Tirando precisamente de las encuestas, el conseller ha sentenciado que apuntan que "la mayoría de ciudadanos quiere que Puigdemont vuelva como presidente".

La vida en Estremera

En la entrevista, Rull también ha explicado con detalle su vivencia en prisión desde que entró el pasado 2 de noviembre con los otros consellers.

El candidato de JuntsXCat ha situado ese 2-N como uno de los días más duros, que se inició con las declaraciones en la Audiencia Nacional, donde ha denunciado que "mientras hablaban nuestros abogados, la jueza miraba el móvil". Después, primeramente fue destinado a solas a la prisión de Navalcarnero, donde se encontró a un funcionario con una actitud "muy dura". Según explica, le expresó frases como "se os ha acabado la tontería" o "te estarás tantos años en prisión, que te la aprenderás (la tontería) de memoria."

Un motivo de alivio fue cuando Interior decidió que agruparía a todos los consellers en Estremera, de donde ha querido destacar que los funcionarios han sido "muy profesionales".

En este sentido, también tiene buenas palabras para los presos, de los que Rull y su compañero de celda, el conseller Jordi Turull, "no nos quisimos aislar". El conseller explica que fue "muy emocionante" cuando muchos de ellos les aplaudieron el día que se iban.

Con respecto al vicepresident Oriol Junqueras y al conseller Joaquim Forn, todavía en prisión, Rull ha señalado que fue "muy duro" el momento de la despedida, y ha añadido que "no descansaremos ni un minuto" hasta que ellos queden en libertad, y el resto del Govern "vuelva del exilio".