El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha admitido este miércoles que cometió "un error" al vender acciones de Abengoa en diciembre de 2015 y, aunque se ha mantenido en que no dispuso de información privilegiada -en ese momento era consejero de la compañía-, ha dado a entender que no recurrirá la sanción para que, ahora que es ministro, no parezca un conflicto de interés.

Preguntado por el PP en el pleno del Congreso, ha reconocido que la operación "no fue adecuada por el momento en el que se produjo y por la apariencia de irregularidad que pudo generar". "Fue un error, una falta administrativa, según la legislación española y que no afecta a las condiciones de idoneidad para ejercer mi función ministerial", ha añadido el ministro

Borrell ha insistido en que no hizo uso de información privilegiada, porque si la hubiera tenido no habría perdido la práctica totalidad de su inversión en Abengoa, y cree que así se reconocería si decidiese llevar el asunto a los tribunales.

Sin embargo, ha dado a entender que no lo hará, con el argumento de que primero tendría que presentar un recurso de alzada ante el Ministerio de Economía y no le parece "políticamente correcto porque puede ser presentado como un conflicto de intereses" y, fuera cual fuera la resolución, "podría dar lugar a interpretaciones políticamente interesadas".

No obstante, no ha llegado a anunciar qué hará porque se le ha acabado el tiempo de que disponía para contestar y la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha sido inflexible y no le ha dejado terminar.