Josep Borrell ha reconocido que un tercio de su tarea como ministro de Asuntos Exteriores lo ha consagrado a Catalunya. Lo ha hecho en una entrevista a El País, cuando está a punto de incorporarse al cargo de Alto Representante de la Unión Europea; en esta entrevista se ha mostrado tan ambiguo en temas de política internacional como contundente en relación con la cuestión catalana.

El líder socialista define el procés independentista como "un golpe posmoderno". También ha afirmado que ahora estamos "en un momento delicado" porque ha habido "una violencia en las calles que no se había visto desde la reconversión industrial". Ha considerado "malo" que "esta violencia" "se aplauda" desde el Govern de la Generalitat. Y ha advertido que "esta violencia no se justifica en absoluto".

Borrell ha repetido el argumento que lo que pasa es que hay un problema entre catalanes y él se ha presentado como el defensor de los catalanes españolistas. Y ha asegurado que España no es "la España negra que niega derechos y libertades".