El expresidente de la ANC y diputado de JxCat Jordi Sànchez ha asegurado que desde que se celebró el referéndum del 1 de octubre en Catalunya se ha ampliado el apoyo a la causa independentista.

En una entrevista en el diario portugués Jornali, Sànchez valora que el independentismo es un "proyecto cargado de futuro" y que así lo corroboran "las últimas elecciones y todas las encuestas". Y va un poco más allá. Para el líder soberanista, que el jueves hizo una declaración maratoniana en el Tribunal Supremo, los catalanes que dan apoyo a una solución acordada con el Estado son ahora más del 75%. "Entre ellos hay una mayoría de independentistas, no todos, sino una gran mayoría," puntualiza.

Juicio de debate político

Sànchez afirma en la entrevista que desde la primera sesión del juicio en el procés se demostró que se trataba de un juicio político. "Solo se nos juzga por nuestras ideas", dice. La fiscalía y la Abogacía del Estado, en su primera intervención, "dejaron claro que todo gira en torno a un debate político sobre los límites del derecho a la autodeterminación, la manifestación y la expresión," afirma, y añade que "es el juicio sobre la democracia en España".

La fiscalía pide 17 años de prisión para el expresidente de la ANC, una petición que le causa "vértigo". Aun así, sin embargo, confía en la absolución. "Hay evidencias que muestran que no ha habido ni un punto de violencia, y sin violencia no hay rebeldía ni sedición", afirma. Por este motivo, Sànchez solo acepta, "si este es un procés justo", la absolución y tiene claro que el sistema judicial español busca "provocar el miedo".

Internacionalización del procés y aumento de la extrema derecha

Jordi Sànchez se muestra convencido de que Europa es consciente de que en España hay un problema político y que este "se tiene que canalizar a través del diálogo". "Europa ve con preocupación lo que está pasando en el Estado español", dice, a la vez que recuerda que la UE "es un club de Estados" que defiende y defenderá el "statu quo".

Sin embargo, pide a Europa que "mantenga sus propios valores", el diálogo, la democracia y el imperio de la ley para resolver los conflictos políticos. En este sentido, Sánchez se muestra dispuesto a que intervenga en la mediación entre los gobiernos catalán y español."