La Junta Electoral Central (JEC) busca nuevas soluciones a la demanda de muchos miembros para no asistir a las mesas alegando motivos excepcionales. De esta manera, trabaja con los ayuntamientos la opción de hacer nuevos sorteos para tener otra bolsa de suplentes para el 14 de febrero. El gran problema, ahora mismo, es este. Y se plantea como una de las soluciones que valora para cubrir las bajas en las mesas después de 16.500 alegaciones.

Para aumentar la seguridad, la JEC también ha emprendido otras medidas. De esta manera, estará asesorada por dos médicos ante de la avalancha de alegaciones de miembros designados a las mesas electorales para el 14 de febrero. Los doctores serán los encargados de analizar las peticiones y decidir qué miembros de la mesa quedarán liberados de ir. Se trata de un hecho insólito que refleja el miedo, inseguridad y malestar de los escogidos.

Las voces acreditadas que llegan de fuera del Govern no ayudan a generar confianza. El epidemiólogo Oriol Mitjà asegura que se basa en datos e informes para pedir que los contagiados por coronavirus no vayan a votar presencialmente el próximo 14 de febrero. En una entrevista en Aquí Cuní de Ser Catalunya, ha puesto el matiz en "no impedir ir a votar, sino buscar otros mecanismos que no requieran una presencialidad de los positivos que contagien".

Mitjà continúa muy crítico con el Govern actual y recuerda que la alternativa del voto por correo tiene una limitación, ya que "se tiene que pedir antes del 5 de febrero". Y cuando habla de estudios, se refiere a los datos que ha observado sobre las últimas elecciones en los Estados Unidos, donde se ha comprobado que "muchos miembros de mesa acabaron infectados". Los norteamericanos marcaron un día después de las elecciones un récord de contagios, con 102.591 positivos nuevos, y los hospitales de varios estados informaron del aumento de pacientes.