El diario Irish Times habla de "rebelión catalana" por el espionaje masivo de políticos, periodistas y profesionales diversos catalanes con el software Pegasus, y atribuye a ello que los partidos independentistas intentaran "hacerlo descarrilar" en el Congreso en la votación de las medidas por la guerra de Ucrania. "El proyecto de ley del gobierno se aprobó por dos votos después de que un partido nacionalista vasco de extrema izquierda ofreció su apoyo en el último momento al Gobierno", señala. Según el diario, todo ello pone de manifiesto "la fragilidad de la coalición de gobierno de Sánchez, que a menudo necesita confiarse en una retahíla de partidos menores, incluida ERC, para aprobar las leyes". A su entender, a eso se suman las dificultades para hacer frente a una economía maltrecha después de que la inflación ha subido un 10 por ciento, "la tasa más alta que ha visto España en los últimos 37 años".

El Irish Times pone como ejemplo de la tensión en que vive el gobierno Sánchez, que suspendió el jueves un viaje a Polonia y Moldavia, a raíz de las dudas sobre la existencia de una mayoría en el Congreso. "El gobierno ha tenido que luchar para sacar adelante sus iniciativas a través del Congreso este año. En febrero, consiguió aprobar una ley clave de reforma laboral por un solo voto, y sólo después de que un miembro del principal partido de la oposición (el PP) cometiera un error al votar", añade.

Mientras tanto, el president Carles Puigdemont se ha referido hoy desde de Innsbruck (Tirol, Austria) al masivo caso de espionaje, detallando las características: un escándalo revelado por el semanario estadounidense The New Yorker y gracias a una investigación del laboratorio Citizen Lab. Así, ha recordado que se trata del caso mayor de ciberespionaje en Europa, y que todo señala a que el Estado español está detrás. Pero también ha compartido su poca esperanza que este resuelva quien ordenó el operativo. "No confiamos en que España lo aclare. Si depende del Gobierno español, no será posible aclarar nada", ha advertido. Ahora bien, hay razones para ser optimista, ha indicado: y es que el independentismo ya alertó la semana pasada de que llevaría el CatalanGate por toda Europa. "Hay una oportunidad porque presentaremos varias querellas en cinco jurisdicciones europeas, más allá de España: en Francia, Bélgica, Alemania, Suiza y Luxemburgo. Veremos si gracias a la justicia europea encontramos a los responsables de las violaciones de derechos".

Puigdemont también ha señalado una grave contracción en las esferas más altas de la Unión Europea: ¿cómo se entiende la diferente reacción entre el caso español y el de otros países del continente? De hecho, ha apuntado en este mismo sentido para criticar el "doble baremo" de la Unión: "Por qué son tan valientes con Orbán, y en cambio, callan cuándo descubren que España ha estado espiando a disidentes catalanes?". En un sentido similar, también ha lamentado que la organización europea se haya pronunciado contra la entrada de Catalunya y Escocia a formar parte de la comunidad, mientras abre la puerta a otros Estados. "Es extraño que el proyecto europeo rechace a un país como Escocia, pero quiera incorporar a Kosovo. O nosotros mismos: ¿podría la Unión Europea resistir tener un miembro como Catalunya, que es un contribuyente positivo?", se ha preguntado.