El voto de confianza que hizo a la CUP con Pere Aragonès ha vivido en el primer mes de vida del nuevo gobierno, varios episodios que han llevado a los anticapitalistas a activar las luces de alarma. Primero fue la presencia de la Brimo en un desahucio de personas en situación de vulnerabilidad, después, que no se optara por plantar la cena del Círculo de Economía ante la presencia del rey Felipe VI. Y el último capítulo ha sido la "desproporcionada" sentencia -así lo han calificado desde Interior- contra Marcel Vivet, el activista condenado a cinco años de prisión por haber golpeado a un agente de los Mossos con un palo de bandera. Los cupaires aprietan las tuercas del gobierno, especialmente de ERC que es quien lo preside y comanda la conselleria de Interior, para que rectifique de forma inmediata y adopte un giro de 180 grados en relación a la legislatura pasada.

En el acuerdo suscrito entre la CUP y ERC para la investidura de Aragonès, los republicanos se comprometieron por escrito a la "retirada de las acusaciones particulares contra participantes en movilizaciones sociales y políticas", pero incorporaba una salvedad, "exceptuar aquellas donde haya lesiones en agentes acreditadas con certificado médico. En las actuaciones actuales y futuras, la personación de la Generalitat se limitará a los casos de lesiones acreditadas, si procede, y se centrará en el resarcimiento de la responsabilidad civil en casos de lesiones no leves".

Y ahí radica el conflicto de intereses entre anticapitalistas y republicanos. La CUP ha querido aumentar la apuesta y pide ir más allá de aquello escrito, más teniendo en cuenta que consideran que el caso de Marcel incurre en falsedad documental. Es más, han forzado la aprobación de una declaración de la Junta de Portavoces que obviaba la excepción de los casos de lesiones. ERC y Junts, como los comunes, han acabado votando a favor. Con todo, fuentes de ERC recuerdan que cuando hay una agresión a un funcionario público, los servicios jurídicos de la Generalitat tienen la obligación de personarse como acusación. Ahora bien, hay un margen. Y según explican a ElNacional.cat desde el ejecutivo, hay voluntad de transitar en esta escala de grises.

La salida de Elena

Joan Ignasi Elena podría coger el camino del medio y mantenerse neutral en el caso de Marcel Vivet, condenado ya y con un proceso de instrucción con la acusación de la Generalitat que el nuevo conseller de Interior ha heredado de la legislatura anterior. Entre añadirse al recurso de la defensa para pedir la absolución y no hacer nada, hay rebajar la pena pedida por la Generalitat contra el activista en este último trámite del proceso judicial. La acción del departamento de Interior en el caso Vivet se tendrá que estudiar y valorar entre los intereses de los agentes, los servicios jurídicos y las voluntades políticas.

Pero el caso de Marcel podría ser, también, un antes y un después en la defensa judicial que tiene que hacer a la Generalitat de sus funcionarios, en este caso, la conselleria de Interior de los Mossos d'Esquadra. Los intereses y derechos de la policía con respecto a la defensa jurídica chocan con las acusaciones contra los activistas que, en este caso han derivado en una pena de 5 años de prisión, en un proceso basado en el testimonio de un mosso. Interior ve desproporcionada la sentencia en relación con los hechos. Y es en este aspecto que Elena podría cambiar los criterios de Interior. Al menos esta parece ser su voluntad. Todo apunta a una revisión de los criterios de personación a la hora de defender los intereses de los funcionarios públicos en este tipo de casos.

El otro frente, el del Parlament, pasa por una comparecencia que también ha pedido a la CUP. Interior está pendiente de cómo lo valoran los grupos parlamentarios, según fuentes del departamento. En el caso de comparecencia, el conseller no podrá esquivar la polémica de que, aparte de la política, ha estallado también hoy, sobre la posible investigación en paralelo que se hizo desde los mossos de Escuadra sobre Marcel Vivet i Adrià, otro joven acusado exactamente de lo mismo por el mismo mosso y en la misma manifestación de rechazo a la convocatoria del sindicato policial JUSAPOL. La defensa de Vivet acusa Interior de tener conocimiento de esta investigación en paralelo y de no actuar.

En la imagen principal, una noche de disturbios después de la sentencia contra Pablo Hasel. / ACN