La Conselleria de Interior tiene la intención de blindar la fachada de una veintena de comisarías de los Mossos d'Esquadra con cristales de seguridad y antibalas, después del ataque a las dependencias policiales de Vic hace unas semanas en una manifestación pro-Hasel.

Un grupo de trabajo con policías y arquitectos está rediseñando como tienen que ser algunos edificios para incrementar la seguridad, según ha adelantado la Cadena SER y han confirmado fuentes de Interior en la ACN. La filosofía siempre había sido que parecieran oficinas, que no fueran búnkeres, y que dieran imagen de proximidad y transparencia. Por eso, la mayoría tienen en común un diseño de fachada con ventanas y cristales. Ahora se ha creado un grupo de trabajo entre Mossos, infraestructuras y la dirección de servicios, donde hay arquitectos, que ya se ha reunido dos veces y que ha definido algunos cambios que en una primera fase afectarán a una veintena de comisarías, las de capital de demarcación y algunas otras que pueden ser objetivo de ataques.

Ahora se ha creado un grupo de trabajo entre Mossos, infraestructuras y la dirección de servicios, donde hay arquitectos, que ya se ha reunido dos veces y que ha definido algunos cambios que en una primera fase afectarán a una veintena de comisarías, las de capital de demarcación y algunas otras que pueden ser objetivo de ataques. Los Mossos harán llegar a los técnicos esta semana una lista con la veintena de comisarías que quieren proteger y los arquitectos definirán la mejor solución en cada caso con la idea de tener los proyectos terminados en el plazo de un mes y medio.

Cristales a prueba de balas

El coste irá en función del tipo de cristales que acaben colocando. Una lámina climalit de un grosor normal cuesta 70-80 euros por metro cuadrado de superficie, mientras que el precio de un cristal de seguridad que es más resistente a los golpes puede subir a entre 400-500 euros por metro cuadrado. El coste se dobla hasta los 1.000 euros por metro cuadrado cuando se trata de cristales antibalas de más de 8 centímetros de grosor. En este caso, no todas las ventanas son adecuadas para poner estos cristales y por lo tanto eso puede dificultar la obra, ya que la idea es que todas las comisarías sigan en activo mientras se hacen las obras.

Los sindicatos de Mossos hace años que reclaman mejoras y más seguridad en las comisarías a raíz de algunos y especialmente después de los atentados de Barcelona y Cambrils del 2017. Desde entonces, según Interior, se han reforzado las recepciones, lo que se conoce como la pecera, donde están los agentes. Se han colocado cristales antibalas, se ha mejorado el tipo de cámaras de videovigilancia y se han colocado vallas metálicas o muros de hormigón en las que están más cerca de la calle para evitar empotramientos.

Imagen principal: Foto de la comisaría de Mossos de Vic rota. - CMMEE