Infiltrados policiales provocaron violencia en torno a la Delegación del Gobierno en Barcelona, según publica en exclusiva el diario Público este viernes. 

El periódico ha obtenido vídeos, fotografías y testimonios que demuestran que al menos tres encapuchados ajenos a los manifestantes de los CDR derribaron la larga valla que separaba a independentistas y mossos en Pau Claris con València, y después comentaron entre ellos: "Ya está, ya hemos tirado la valla y ahora se va a liar", "Ahora ya podemos hablar castellano, ya no hay problema", "Y destaparse; yo me destapo". Tras su intervención se produjeron algunos incidentes y los antidisturbios acabaron disparando pelotas de goma y de foam a los congregados, que sólo lanzaron unas latas vacías.

En los vídeos, se ve cómo un encapuchado muy corpulento se abalanza contra las vallas y logra derribarlas, a pesar de que formaban una larga hilera de sólidos cierres metálicos, extendidos de una a otra pared cortando los cuatro carriles de calzada y las dos anchas aceras, y fijados con gruesas cadenas entre elementos.

Al mismo tiempo, la totalidad de los integrantes y simpatizantes de los CDR consultados por Público aseguran no conocer –y condenar– a los integrantes de los miembros de esos comandos de guerrilla urbana, que suelen actuar al final de las movilizaciones pacíficas con una coordinación y violencia inusitadas. 

Incluso se están difundiendo en redes sociales mensajes de personas que afirman haber visto cómo algunos de esos encapuchados reciben sobres con dinero después de sus actuaciones violentas.

En casi todos los casos, las denuncias de que ese vandalismo está siendo cometido por "infiltrados" ajenos a las organizaciones independentistas de desobediencia civil –como también ha asegurado el president Torra– son inverificables, apunta Público.