Rajoy quiere hacer vehicular el castellano en la escuela catalana aprovechando la aplicación del artículo el 155 y las reacciones no se han hecho esperar. Uno de los primeros en oponerse a la propuesta ha sido el diputado de ERC en el Congreso Joan Tardà, quien vería la medida como una muestra de "mala fe y voluntad de seguir haciendo daño a Catalunya". Lo ha dicho en un tuit, donde también ha aprovechado para hacer autocrítica por la "irresponsabilidad" que supone no haber formado todavía un "gobierno republicano".

El vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, también ha criticado esta "imposición por la fuerza" y ha reivindicado la defensa del "modelo de éxito y garantía de cohesión que es la inmersión" lingüística. En la misma línea iba la queja de Crida per la Democràcia: "Lo que no han ganado en las urnas lo quieren conseguir con el 155".

El líder de Catalunya En Comú Podem, Xavier Domènech, ha recordado que el PP sólo tiene cuatro diputados en el Parlament de Catalunya, pero desde Madrid está tomando decisiones que representan una "intervención del modelo educativo". A la vez, también ha presionado a los partidos independentistas para que defiendan "el autogobierno y no quien lo presida".