Tenía miedo por mí y por mi mujer. Solo quería apartarlo. Fue una reacción instintiva." Ha declarado Xavier Comellas al tribunal de la Audiencia de Barcelona, que lo ha juzgado este viernes, acusado de dar un puñetazo a la cara a Adolfo Mesa, que llevaba una camiseta de la Legión, y le quería arrancar la bandera estelada que llevaba al cuello, después de la celebración de la Diada de 2020 en Vilanova i la Geltrú. Por su parte, Mesa ha negado que insultara y asediara al independentista y que le quisiera arrancar la bandera: "Solo salí a comprar con mis gafas de sol, y me dio un puñetazo." A preguntas de su abogado, Mesa ha negado que tenga animadversión a personas independentistas y que tampoco pertenece a la extrema derecha. El puñetazo provocó que se le rompieran las gafas, una herida en el ojo y la afectación de la visión total del ojo izquierdo.

Todos los testigos ha desdicho la versión del fascista. No obstante, el fiscal ha mantenido la petición de 4 años de prisión para el independentista al afirmar que "el puñetazo fue muy fuerte, no proporcionado y que sabía que podría hacer daño". Por su parte, Xavier Monge, abogado de Comellas, ha pedido su absolución porque actuó en legítima defensa, y ha tildado de "desproporción" la pena solicitada por el fiscal. La formación Alerta Solidaria ha apoyado a Xavier y ha denunciado que lo han juzgado "por defenderse de una agresión fascista".

Odio a los catalanes

El juicio se ha celebrado en la sección 6.ª de la Audiencia de Barcelona. En concreto, el fiscal ha pedido 4 años de prisión a Comellas por un delito de lesiones con afectación de un órgano principal, y aunque le aplica la eximente incompleta de legítima defensa. Para el fascista, el fiscal pide 2 años de prisión por el delito de amenazas, con la agravante de actuar por motivos discriminatorios, por la ideología de la víctima: "ser catalan" y pagar una multa de 1.350 euros por un delito leve de maltrato de obra. El abogado Xavier Monge ha informado al tribunal que Comellas ha consignado a la cuenta del juzgado tres cantidades que suman los 103.000 euros, que es la cantidad de la indemnización que la Fiscalía reclama que abone a Mesa por la afectación en el ojo. "Soy taxista y he pedido ayuda para pagarlo", ha declarado Comellas al tribunal.

Testigos que desmontan al fascista

En la declaración, Xavier Comellas ha explicado al tribunal que iba a coger el coche con su mujer, después de la celebración del 11 de septiembre en Vilanova i la Geltrú. Llevaba una bandera estelada atada al cuello. De repente, Adolfo Mesa lo empezó a insultar y a decirle "quítate este trapo, te mataré", "soy español, soy militar". Ha explicado que "sintió miedo" y pidió a su mujer que aceleraran, al final, Mesa le dio un fuerte golpea en la espalda, y él se giró y le dio un puñetazo "como una reacción instintiva", y "sin saber dónde golpeaba".

Dos vecinos y dos agentes de la Policía Local han confirmado esta versión. "El hombre tranquilizaba a su pareja, cuando los insultaba," ha declarado un testigo, y que después le dio un golpe a la cara al fascista. Un agente también ha asegurado que Mesa "estaba muy nervioso" y les decía que "era de la Legión". Los dos vecinos han confirmado que el fascista insultaba a la pareja por su ideología independentista.

En el informe final, Xavier Monge ha declarado que Adolfo Mesa "actuó con odio ideológico" y ha expresado su "sorpresa" porque la Fiscalía no lo haya acusado también por el artículo 510.2 del Código Penal, como acostumbra a hacer en otros casos de delitos con la agravante de odio.

Con respecto a Comellas, su abogado ha insistido en que actuó sin premeditación, que no hay un dolo eventual, aunque ha lamentado la gravedad de la lesión. Por todo eso, ha insistido en pedir su absolución, o que se le aplique uno condena de pena de multa por lesiones por imprudencia. También ha pedido que se le aplique la atenuante de reparación de los daños porque ha depositado en juzgado 103.000 euros, aunque ha asegurado que no tendría que indemnizarlo porque la lesión fue por "la obstinación del señor Mesa".